Reforma fiscal y desarrollo

Reforma fiscal y desarrollo

Reforma fiscal y desarrollo

Altagracia Suriel

A propósito de la reforma fiscal, es pertinente recordar que el desarrollo se financia con el sistema tributario. Los impuestos son los que sostienen las políticas públicas, sobre todo las redistributivas.

Las políticas fiscales son las que permiten a los Estados reducir las brecha entre ricos y pobres y la desigualdad. Los impuestos son la llave para justicia social y la equidad.

Los países con mayor nivel de desarrollo son los que recaudan más impuestos. Por ejemplo, Estados como Suecia, Dinamarca y Noruega tienen una presión impositiva que supera el 40 %, pero son los que exhiben más altos estándares de bienestar social reflejado en el sistemas de salud, educación y protección social de calidad.

Según el Gobierno, el Proyecto de Ley de Modernización Fiscal, tiene como finalidad principal mejorar los ingresos fiscales del Estado para aumentar la inversión pública en áreas claves como transporte, salud, seguridad y protección de la población más vulnerable.

Con el incremento de los impuestos se busca mejorar los servicios, la cohesión social y proteger a los más pobres. Si es así, los impuestos que aplicará el Gobierno deben representar una mejora para toda la población.

Con la reforma fiscal que se está planteando, en el mediano plazo, tendremos un mejor sistema de salud para pobres cuyas vidas no valen nada en centros de salud llenos de precariedades e indolencia.

La reforma fiscal deberá resolver el problema eléctrico, que se manifiesta en apagones que desesperan y obligan a buscar mecanismos alternativos que afectan el bolsillo de una clase media que, además de financiar a los inversores, paga caro por un servicio ineficiente.

La reforma fiscal también tendrá asegurar mayor seguridad en las calles y en las casas y que no estemos a expensas de malhechores para los que la vida de otros no vale nada y que nos roban la paz y la tranquilidad.

Con la reforma fiscal, el Gobierno espera recaudar 120 mil millones de pesos. La esperanza es que que esos recursos sean realmente una inversión social. Es responsabilidad de todos que así sea.