Uno de los objetivos de una posible reforma fiscal es caracterizar una combinación sostenible de impuestos que maximicen las recaudaciones tributarias al menor costo posible.
Obviamente que este objetivo de la reforma presenta “disyuntivas” o “trade off” entre la eficiencia y la equidad.
El criterio típico de eficiencia favorece instrumentos impositivos con amplia base y sobre bienes con baja elasticidad. Sin embargo, desde el punto de vista de equidad es necesario considerar los diversos patrones de consumo e ingresos de los hogares dominicanos.
La reforma fiscal deberá considerar los diversos impactos en los hogares dominicanos, particularmente en los hogares de bajos ingresos. Muchos economistas plantean la reducción de la tasa del “impuesto a las transferencias de bienes industrializados y servicios (ITBIS)”, y luego generalizar su aplicación a todos los bienes y servicios.
Aunque el ITBIS es un impuesto de fácil recaudación, sin embargo, es uno de los impuestos mas regresivos que tiene el sistema tributario. Este impuesto no discrimina entre pobres y ricos, por lo que en términos relativos su incidencia es mucho mayor en los sectores de bajos ingresos.
Generalizar el ITBIS a los alimentos, medicamentos y al sector de la educación y cultura, seria altamente regresivo para los hogares de bajos ingresos y la clase media considerando que estos son bienes y servicios que tienen gran impacto en estos estratos socioeconómicos.
La reducción de la “evasión fiscal” debe ser otro de los objetivos de la reforma fiscal. Es un objetivo que busca la eficiencia en todo sistema tributario moderno. La evasión del Impuesto sobre la Renta (ISR) y el ITBIS, que son los principales impuestos del sistema, representan alrededor del 62% y 45% de los ingresos tributarios respectivamente.
Por último, otro de los objetivos de la reforma fiscal debe ser elevar el carácter de “progresividad” del sistema tributario, de manera que “el que más gane más pague”.
En la actualidad, las recaudaciones tributarias provienen en mayor proporción de impuestos regresivos (61%) que de progresivos (34%). Creo que esa lógica habrá que cambiarla.