4.- Modernización de la Policía Nacional. El paso previo para significar una verdadera política del sector policial para la reestructuración y modernización de la Policía Nacional, con aspectos fundamentales de la reforma del Estado, con propósito de dignificar la función policial, mejorar los servicios que brinda y acercar más la Policía Nacional a la comunidad, tiene que ver con leyes sobre seguridad ciudadana que todavía no existen.
El 7 de abril de este año, el presidente Luis Abinader Corona tomó juramento a la Comisión encargada de “transformar por completo a la Policía Nacional”, aunque no designó un sólo técnico del área policial.
Existe el deber de realizar un diagnóstico con el propósito de identificar de manera objetiva las fortalezas y debilidades de la Policía. Pudiera surgir la pregunta: ¿cuál es la capacidad de respuesta del Estado frente a los requerimientos ciudadanos? A ese respecto, podemos señalar que la evolución de los recursos humanos en la Policía Nacional va a revelar un progresivo crecimiento o decrecimiento de sus efectivos; cuántos están distribuidos a la seguridad ciudadana, a la lucha contra la delincuencia común y organizada; cuáles son los órganos de la institución que contribuyen a la formación policial y, cuáles al mantenimiento del orden interno, seguridad del Estado, orden público, que no están directamente vinculados con el patrullaje, con el trabajo de las fiscalías y con actividades preventivas y de investigación básica para reducir la delincuencia común.
Esta Comisión debe exponer en público la cantidad de personas que tienen carnets de policía, que cobran sin trabajar, que no reúnen requisitos para ser mandos medios. Y determinar el por qué de esa situación. La relación policía-ciudadano a nivel nacional está determinada por el número de agentes que actualmente existe en función de la población nacional.
La Comisión especial dirá la verdad de la modernización de la institución policial.
Le adelanto que en la agenda de propuestas deben incluirse innúmeros temas, como el de la doctrina de un nuevo marco normativo, la formación, capacitación y perfeccionamiento de los cuadros policiales, el control interno y la lucha contra la corrupción, la estructura orgánica del organismo, su importancia en el desenvolvimiento social, las relaciones de la Policía con la comunidad, la administración de los recursos humanos, la política de personal y las de bienestar, entre otras.
En fin, todos estos temas esbozados arriba acerca de la reforma y de la modernización de nuestra Policía son, por ahora, muy preocupantes y necesarios.
Los objetivos que se deben tener en cuenta, al menos deberían enfocarse en las siguientes alternativas: establecer incentivos profesionales y económicos fomentando la competitividad y la productividad de sus agentes, capacitar al personal de los destacamentos policiales, que ofrecen servicios y atención al ciudadano, horarios específicos y flexibles, modificar las labores de patrullaje, diseñando un sistema de asignación de zonas y rutas de patrullaje, para mejorar la cobertura de los servicios, elaborar más manuales de procedimientos, mejorar el sistema de supervisión policía. Dejamos aquí el tema, para luego continuarlo donde sea más conveniente.