Reforestación y propagación forestales

Reforestación y propagación forestales

Reforestación y propagación forestales

Wilfredo Mora

Mientras escribo, llegan noticias de que las lluvias están extinguiendo los incendios forestales de varias cordilleras del país.

Sin importar la cantidad personas que ignoraron los siniestros forestales que tuvieron lugar las pasadas dos semanas en casi toda la rosa de los vientos, hay que hablar de reforestación, y esta vez, no sólo para contribuir a la conservación del germoplasma vegetal, nativo, que mejora la biodiversidad a largo plazo del medio ambiente, sino que ahora toca aprender más sobre incendios forestales.

Las reforestaciones estaban detenidas al momento de los incendios; al menos, no pudimos encontrar programa de reforestación de bosques, con los que pudiésemos compartir los criterios generales básicos, necesarios en la puesta en práctica de estas acciones claves.

La ecología forestal es la ciencia que estudia los problemas de los árboles, bosques y ecosistemas. Las reforestaciones sirven para propagar árboles de todas las especies.

Al reforestar los bosques, de acuerdo a una metodología científica, algunas autoridades descubrirán si verdaderamente se usaron manos criminales en los incendios, si se hicieron con fines de asentamiento agrícola; los ecologistas, en cambio, aprovecharán los aspectos necesarios a considerar en la reforestación, como por ejemplo, ¿en qué sitios o áreas existen las características ambientales mínimas para reforestar?, ¿qué especie utilizar para que dicha selección no se vuelva ‘inadecuada’, y conduzca a un “inevitable fracaso de la reforestación”?

Con la ayuda de la fenología, que es estudio de los procesos del ciclo de vida de las plantas con relación a un calendario anual, se puede detectar como es que tendrá lugar en las plantas la fase vegetativa (salida de hojas, su maduración, envejecimiento y caída), la etapa de asimilación y crecimiento, y la fase reproductiva que comprende dos procesos, la floración y la fructificación. También está la época de producción de frutos y semillas, obtener estacas para la reproducción vegetativa y el momento adecuado para la colecta de frutos y semillas.

Como se ve, existen métodos de reforestación. El mismo bosque sirve para mejorar el ambiente, y aporta las semillas y frutos que deben ser recolectadas para su estudio y posterior planeación; y está la metodología de intervención humana, que usa infraestructura externa que requiere de uno o más viveros, y sirve como método de siembra de las semillas en el vivero y cuidados de las plántulas, para generar capacidad instalada.

Los métodos que no requieren de vivero se caracterizan porque la siembra de la semilla en el terreno ocurre de manera directa.

Este método quizás sea el más adecuado que deba usarse para reforestar, en estos momentos, nuestros pobres bosques. Aquí sobresale tener muy en cuenta las condiciones del terreno, la textura, el suministro adecuado de agua por lo menos en la época de germinación y establecimiento, ya sea proporcionado por la precipitación pluvial o por riego, y la calidad de la semilla.

Reconozcamos que iniciar un programa de reforestación de los bosques no es una tarea difícil de lograr. Son los legisladores y la administración del Gobierno central, las que deben tomar la iniciativa. A nosotros sólo nos toca recomendar que se realice un diplomado de ecología forestal, para volver al estado de mejoramiento de los árboles, y apoyar a la población rural del país.



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