Es maravilloso celebrarlo todo. Celebramos el día de las madres, padres, San Valentín, cumpleaños, maestro, etc., en los que se honra de manera especial a las personas a las que están dedicados esos días. No estoy en desacuerdo.
Estoy en desacuerdo de que pasemos el año maltratando a esas personas, desautorizándolas, disminuyéndolas a su mínima expresión, insultándolas, desatendiéndolas, destruyendo su autoestima, desvalorizándolas y luego, le celebramos ese día con grandes regalos, cenas o almuerzos y todo lo que se nos ocurra que les pueda agradar. SOLO ESE DIA.
Otras personas, esperan este día con expectativas, gran alegría, esperanzas y hasta fantasías, entendiendo que por lo menos será un día de regocijo porque recibirán un regalo material que les hará olvidar por un momento los feos y desagradables tratos que han tenido durante meses. Más, llegado el día, sufren mayor decepción, ya que no reciben lo esperado.
El amor debe demostrarse siempre no necesariamente con regalos materiales, sino con acciones que demuestren que esa persona es importante para nosotros. Una llamada, un elogio, unas palabras que traduzcan ese amor, ocuparse de resolverle una situación en la que amerite ayuda y apoyo.
En el caso de la pareja, además de todo lo anterior, podría ser una flor sin motivo determinado, una invitación a conversar íntimamente, un toque físico no sexual ni sensual , solo amoroso para demostrar el afecto sentido y el deseo de expresarlo, una nota en la nevera o espejo que diga te amo y admiro. El amor es maravilloso, aprovechémoslo.