Dra. Amalfis Nuñez
Acoso sexual es la intimidación de naturaleza sexual. Incluye desde formas sutiles de violencia como lo es la coacción (forzar a alguien a hacer algo que no quiere), hasta la violencia física, pasando por situaciones verbales, insinuaciones, solicitud de favores sexuales o conductas con miras a desencadenar una actividad sexual.
Nuestro código penal lo contempla con penas de un año de prisión y multa de cinco a diez mil pesos y reza en su art. 333-2, que toda orden, amenaza, constreñimiento u ofrecimiento destinado a obtener favores de naturaleza sexual, realizado por una persona (hombre o mujer) que abusa de la autoridad que le confieren sus funciones, constituye abuso sexual.
Generalmente lo denuncian las mujeres, aunque puede perjudicar también a los hombres. Los acusadores sexuales lo hacen en el ambiente familiar, social, laboral o académico, variando según la cultura.
Aproximadamente 125 países han legislado para hacer el acoso sexual, ilegal, lo que hace que muchas personas sean afectadas en alguna ocasión, sin ser culpables. Esto así, porque una situación podría ser subjetiva y ahí se complica, ya que la percepción de alguien puede llevarle a hacer juicios de valores; a
Adquiriendo algunas palabras, gestos o actitudes, connotaciones basadas en la interpretación y no en la realidad.
Lo cierto es que existe el acoso sexual. No quiero estar en la piel de los que toman la decisión de condenar o no a un acusado de este delito. En ocasiones, supongo, es la palabra de algunos contra la suya y la verdad solo la saben los involucrados directamente.
