Los dientes tratados endodónticamente, es decir, aquellos dientes que han sido sometidos a la realización de un tratamiento de canal, pueden desarrollar una función normal, ya sea, masticatoria, oclusal, estética, por esto la importancia de que tratamientos endodónticos tengan un buen pronóstico a largo plazo.

Todo paciente que tenga una endodoncia realizada debe entender que, aunque sea un diente funcional es también un diente especial, ha perdido cierta cantidad de tejido dental.

El diente con endodoncia pierde la irrigación sanguínea, la elasticidad y disminuye la sensibilidad a la presión, esa disminución trae como consecuencia el sometimiento de cargas al morder hasta dos veces más para responder de igual manera a la de un diente vital; todo esto es debido a que la pulpa dental (nervio dental) ya no existe, por ende es un diente que se puede fracturar con más facilidad.

El paciente endodonciado no debería morder ni triturar alimentos muy duros. También, debe mantener la pieza dental completamente sellada, si en algún momento la restauración, ya sea, una obturación convencional (empaste), corona protésica, incrustación, se fracturara o se perdiera, lo correcto es acudir inmediatamente al odontólogo para reponer el espacio vacío, ya que las endodoncias no son aptas para estar expuestas al medio bucal, sufrirían contaminación y se dañaría el tratamiento.

Aunque usted entienda que todo marcha bien, debe visitar a su odontólogo para la realización de controles periódicos, tanto clínicos como radiográficos, y así poder estar consciente del estado de dicho tratamiento de canal.

Si por alguna razón a corto o largo plazo el tratamiento de canal fracasa y usted tiene síntomas de dolor, inflamación o supuración, es válido y altamente recomendado repetirse la endodoncia, para así mantener el diente en boca y no acudir a un implante dental, a menos que sea imposible la restauración del diente en cuestión.

El éxito de la terapia endodóntica es atribuible no solo a la calidad del tratamiento de conductos, sino también a la estabilidad post-endodóntica.

Si el cuidado es inapropiado puede desencadenar un fracaso, no sólo del tratamiento de canal, sino del diente en sí.

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