La incertidumbre sobre las características económicas de este año 2023 vuelve la atención hacia los pronósticos de economistas.
Santo Domingo.-De continuar el conflicto bélico Ucrania-Rusia commoditis como los combustibles entre ellos petróleo, gas natural, carbón mineral y cereales como el trigo, estarían sometidos a presiones alcistas que obviamente estarían gravitando sobre las finanzas del Estado dominicano.
Esto porque el gobierno tendría que continuar subsidiando de manera importante el precio de los derivados del petróleo y la tarifa del sector eléctrico, lo cual produciría una tendencia al aumento del déficits fiscal, fruto de un aumento en el gasto y de una disminución en el ingreso.
No obstante, los pronósticos de recesión en las principales economías de Estados Unidos, China y Europa podría marcar el cambio de tendencia de los procesos inflacionarios y esto estaría provocando una tendencia hacia la baja de sus precios, restando así presión a las deficitarias finanzas públicas del país, pero es prematuro para afirmarlo en estos momentos.
Los principales retos que confrontará el gobierno para el presente año se pueden resumir de la manera siguiente:
Colocar los bonos en un escenario en que se estima que la deuda de este año sería superior a los 6 mil millones de dólares en un ambiente en el que el gobierno tendría que negociar pagando altas tasas de interés, a plazos menores a los anteriores y con una presión interna de generar pesos para comprar dólares a tasas de cambio más altas para pagar el servicio de la deuda.
Mantener determinados niveles de recaudaciones en un entorno de pérdida de dinámica de crecimiento y de recesión mundial para economías socias de la República Dominicana como la norteamericana y la europea. Asimismo, controlar el gasto corriente en un año preelectoral, de suerte que el déficit termine dentro de los limites preestablecidos.
Controlar la inflación en un ambiente de reducción de subsidios y de alza del tipo de cambio y de altas tasas de interés.
Armonizar la política fiscal con la política monetaria de manera que el sacrificio del Banco Central sea menor.
Sortear los posibles efectos adversos de una disminución de los ingresos por turismo, remesas y exportaciones en caso de que las economías socias entren en recesión y que el problema haitiano se agudice con impacto negativo en las exportaciones dominicanas hacia ese destino.
Crecimiento pese a retos
Hay que recordar que el pasado año, a pesar de que existió un entorno internacional adverso, caracterizado por la presencia de una pandemia (Covid-19) que provocó la parálisis de la economía mundial, de un conflicto comercial entre China-Estados Unidos, de la guerra entre Ucrania-Rusia y de crisis en las cadenas de suministros mundiales, así como alzas en los precios de commodities como el petróleo, la economía dominicana ha estado registrando niveles de crecimiento superiores a los de otras naciones dentro y fuera de la región de América Latina y el Caribe, lo cual es un punto a favor de la gestión gubernamental actual y todo apunta a que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cerrará alrededor o cercano al 5 %.
No obstante, es oportuno señalar que el crecimiento interanual noviembre 2022/ noviembre 2021 fue de apenas 2.9 %, evidenciando un efecto contracción bastante significativo lo que podría restar impulso a la meta de crecimiento económico para el 2022, que era de 5 %.
Un fenómeno de repercusiones negativas con el que han estado lidiando prácticamente todas las economías del mundo, es la inflación, y la República Dominicana en este año 2022 no ha sido la excepción. Así, la inflación en el país, después de haber registrado históricos inferiores al +/-4 %, tope meta establecido por el Banco Central durante varios años, llegó a colocarse en 8.5 % en el año 2021 y todo parece indicar que cerrará el año cercano al 8 %. (7.48 % a noviembre 2022 y la subyacente en 6.59 %).
Este comportamiento generalizado de los precios obligó al gobierno a implementar una serie de medidas como forma de contener su ritmo de crecimiento y su impacto en el poder de compra de un gran segmento de la población dominicana.
Tal es el caso de la aplicación por parte del Banco Central de una política monetaria restrictiva cuyo instrumento más evidente fue la tasa de política monetaria, la cual paso de un 3 % en noviembre del 2021 a 8.50 % a diciembre del 2023 y vigente a los primeros días del mes de enero del 2023.
Vale destacar que este incremento de más del doble en este instrumento apenas contrajo la inflación en un 12 %, manteniéndose aún muy elevada en relación a los niveles prepandemia (3.66 % en el 2019).
Otro elemento trascendente en el ámbito de la inflación fue la creación de un subsidio a los combustibles, implementado con el propósito de que el alza en el precio de los combustibles no afectara aún más el poder de compra de la población.
País tiene estabilidad cambiaria
Factores. Cabe señalar como, elemento positivo en la economía 2022, la estabilidad cambiaria que vivió el país desde enero del 2022-noviembre del 2022, cupo precio de venta del dólar de referencia del mercado spot venía reduciéndose desde enero del 2022 cuando alcanzó los RD$57.83 por un dólar hasta noviembre de ese mismo año, mes en el que se cotizaba a razón de RD$54.60 por un dólar.
La apreciación del peso dominicano favoreció, en gran medida, el costo de la deuda externa del país y restó presión a las continuas alzas de los precios de los principales bienes y servicios de la economía.
Este comportamiento a la valorización comienza a revertirse en el mes de diciembre del 2022, dando lugar a una depreciación del peso dominicano.