Jesús Díaz
El presidente Luis Abinader ha anunciado que financiará un total de 2,000 millones de pesos a través del Banco de Desarrollo y Exportaciones (Bandex) para mejorar las estructuras de los centros médicos privados.
Además, dijo que el fondo «permitirá la construcción, expansión y remodelación de centros clínicos a nivel nacional’’. Y la compra de maquinarias y equipos médicos actuales, como también, automatizar algunos servicios e implementar nuevas tecnologías para el bienestar de los usuarios.
Dicho esto, debemos volver la mirada a este tipo de práctica desde el Estado cuando en el gobierno del presidente Leonel Fernández le otorgó al hospital Metropolitano de Santiago US$25 millones; donde el Estado quedaría como dueño del 50% del capital del hospital y que con las ganancias se crearía un fondo especializado destinado a prestar servicios de salud a los sectores marginados de la sociedad, cosa que nunca sucedió, pues ningún ciudadano de la provincia de Santiago, la región del Cibao o el país puede asistir a este Centro de Salud a recibir un servicio pensando en los US$25 millones que el Estado le prestó a esta institución.
Este tipo de prácticas son una vergüenza, financiar el sector privado cuando nuestros hospitales cuentan con serios problemas de infraestructura y adquisición de equipos y materiales médicos para que puedan funcionar con cierta capacidad y más aún cuando la ley 01-12 de estrategia nacional de desarrollo ordena un 4% del PIB para salud y llegar al 5%, y apenas se está poniendo un 2%. Por eso debemos atrevernos a preguntar:
Primero: Se insiste en creer que la salud se logra con más médicos, más medicinas y más hospitales. Segundo: si se mejora el sector privado ¿Será que el sector público no lo hará? ¿O no competirá?
Tercero: ¿Los fondos incluyen a nuevos propietarios? Si es así, lo que veremos es la expulsión de los dueños de clínicas tradicionales.
Cuarto: Es de esperar que solo una minoría tendrá acceso al crédito… Problema de fondos para operar ahora peor si se le suma la deuda.
Quinto: ¿Quién puede afirmar que cambiará la inequidad en el acceso a servicios de salud por territorio? Cuestión de mercado.
Sexto: ¿Si muchas clínicas se endeudan, no tendrán muchas dificultades en subir los costos de la atención?
Y séptimo: Las clínicas están padeciendo por las ARS. Si estas amplían su poder y logran ser propietarias de clínicas, el riesgo de quiebra de las clínicas tradicionales se incrementa.
Corresponderá al primer mandatario dar respuesta y ser garante no de lo privado, sino del sector público que no cuenta con salud de calidad ni digna.
