Hugo López Morrobel
Ya nada debe sorprendernos, porque no es solo en deportes que existe corrupción rampante, tal y como la describí ayer, ahora hasta el papa Francisco denuncia que en el Vaticano también se práctica esta modalidad dolosa.¡ Ave María Purísima!, si esto es verdad, que no hay porqué dudarlo, nos fuñimos todos.
Pero hablando de deporte, la novena de República Dominicana para el Clásico Mundial de Béisbol es sencillamente de “película”, dado que en su casi totalidad son estrellas de Grandes Ligas con números sobresalientes.
Cuando el contario deba enfrentar una ofensiva compuesta por Carlos Santana, Adrián Beltré, Nelson Cruz, Robinson Canó, Gregory Polanco, Hanley Ramírez, Manny Machado, Staling Marte, José Bautista, Jonathan Villar y Mel Rojas Jr., simplemente habrá que persignarse.
Y qué decir del staff de lanzadores, verdaderos “matatanes” como Jhonny Cueto, Jwerys Familia, Carlos Martínez, Iván Nova, Fernando Rodney, Luis Silverio, Dellin Betances y Edison Vólquez, entre otros.
Definitivamente, es un conjunto que mete miedo, por lo que se entiende que debe mantener la corona obtenida hace cuatro años, aunque quizá no de manera invicta, lo importante es traerla.
Sin embargo, siempre hay que buscar el clavito en el zapato, porque han sido muchos los trabucos que se han desmoronado, y como en pelota cualquier cosa puede suceder, como el que un equipo aparentemente débil puede dar al traste con conjuntos que se muestran como “monstruos invencibles”.
Empero hay que admitir, porque las listas están ahí, que equipos como Venezuela, Puerto Rico, Japón y Estados Unidos son huesos duro de roer, porque lo integran excelentes exponentes.
Dice una máxima en béisbol que “ la pelota es redonda y viene en caja cuadrada”.
Empero, los jugadores dominicanos han manifestado que están dispuestos a dejar “el pellejo” para traer la corona. Así las cosas, hay que desearles suerte, pero también el apoyo de los fanáticos, para darle algún respiro y gozo al “noble y sufrido” pueblo dominicano.
