Santo Domingo .-La castaña de masa, fruta que por años fue considerada sin valor y utilizada para alimentar los cerdos en los campos dominicanos, se ha convertido en un producto de gran valor en el mercado local e internacional.

De hecho, República Dominicana es el mayor exportador de tostones de castaña de masa.
En los últimos cuatro años la venta de este producto en el exterior ha ido en aumento. De acuerdo a las estadísticas del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana, desde el 2019 hasta el pasado año las exportaciones de este fruto totalizaron 4.8 millones de dólares, siendo Estados Unidos, Canadá, Francia y Aruba los principales mercados receptores.

José Rafael Comprés, presidente del Consejo directivo de la Junta Agroempresacial, indicó que ese producto está adquiriendo gran valor en el mercado, siendo demandado por las cadenas de comida rápida.

Dijo que el país cuenta con un gran potencial para la producción de la castaña de masa, un producto agrícola que hasta ahora no había concitado interés a nivel comercial, pero que en la actualidad registra una alta demanda en mercados. “Mercados europeos, así como de Estados Unidos y países de la región, están interesados en el producto”, resaltó el empresario agrícola.

Apoyo gubernamental
Ante la demanda creciente de este producto, el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA), está evaluando la posibilidad de realizar un proyecto de apoyo junto al Clúster de Castaña para realizar una siembra industrial del cultivo, y sacarle un mayor provecho.

Señaló que en la actualidad existen más de 50 exportadores del producto, pero que la siembra no ha sido planificada, por lo que se hace necesario realizar un plan de producción.

Indicó que la castaña de masa o buenpán ha crecido de manera silvestre en los campos dominicanos, proceso que debe ser aprovechado, ya que el país tiene un clima favorable para la producción de este árbol y su fruta.

Hecmilio Galván, director del Feda, sostuvo que dentro del Plan de Cacao, el buenpán pudiera ser una fuente de diversificación, por lo que van a donar plantas a fin de mejorar la economía de las personas en zonas productoras.

Desafíos producción
Pese a dichos avances, Matha Hilario, propietaria de una finca con varias plantas de esta fruta cuenta que comerciantes informales están lucrando y comprando el producto hasta por cinco pesos.

“En algunas cosechas, preferimos dejarlos madurar y no ser engañados por compradores informales, pero en otras ocasiones los vendemos para no verlos perdidos en las fincas”, dijo al señalar que ese mercado debe ser regulado y fijar precios de comercialización.

Siembra

— Producción
Los productores del fruto se concentran en diversos puntos geográficos del país, entre ellos Monte Plata y en fincas ubicadas en Nagua, el Bajo Yuna, San Francisco de Macorís, Samaná, Cotuí y Puerto Plata.