El cúmulo de plásticos daña las playas e impacta la economía, tomando en cuenta la vocación turística del país, aparte de afectar especies acuáticas.
Santo Domingo.-En República Dominicana se generan 88 mil toneladas de residuos de plásticos al año, de las cuales apenas se gestionan unas 22 mil. Las industrias aprovechan a nivel interno los restos de insumos en los procesos de elaboración de sus productos.
Sin embargo, el grueso del post consumo por parte de la población a través de viviendas, oficinas y otros lugares, representan el gran reto a enfrentar, que dada la “cultura del descarte” (tirar) hace que estos desechos se convierten en un serio problema que termina afectando las principales fuentes de agua, la vida de las especies acuáticas, así como la actividad turística, al impactar paisajes y áreas de recreación.
Esta panorámica la ofreció Mariely Ponciano, coordinadora del Proyecto de Economía Circular, que implementa la Asociación de Industrias de la República Dominicana, apoyado por el Laboratorio de Innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID-LAB).
Recién realizaron el Estudio Diagnóstico de Generación y Aprovechamiento de Residuos de Envases.
“Los de post consumo de plásticos son el grueso, los que más se generan, y solo pequeñas cantidades se aprovechan porque cuando llegan a los vertederos los buzos sacan una parte y los venden; también los que la gente lleva a proyectos como los 104 Puntos NUVI (Nueva Vida) donde se recolectan botellas plásticas, que coordinamos”, comentó Ponciano.
Iniciativas
Tanto ella, como Jorge Rizek, presidente de la empresa “Rizek Vidal Recyclers”, quien lleva 20 años comprando y procesando plásticos, y en los últimos once años ha sacado más de 29 millones 700 mil libras de ese tipo de desechos del medio ambiente en el país, así como Eddy Rosado, coordinador del proyecto Transformando las Cadenas de Valor del Turismo, auspiciado por ONU Ambiente, coinciden en la necesidad de que la población reflexione sobre el impacto de estos tipos de desechos.
Rosado puso de relieve que un estudio de mercado realizado en 2019 a través del proyecto que impulsan, sobre los plásticos de un solo uso en hoteles de República Dominicana, determinó que el consumo promedio de mil habitaciones por mes para botellas de plástico alcanzaba las cien mil unidades.
“Aún cuando se recuperan con una buena implementación de un programa de gestión de residuos, alrededor del 60 por ciento es un número a tomar en cuenta. Asimismo, se genera una media de 500 mil bolsas de plástico por mes, los removedores de café alcanzan las 5 mil unidades en igual período”, detalla Rosado.
El referido proyecto busca sumar signatarios a la Iniciativa Global de Plástico y Turismo y que se trabaje para eliminar estos desechos de un solo uso con el apoyo de ONU Ambiente.
A través de esta iniciativa que lanzaron en el 2019, han logrado reducir en un 45% el plástico de un uso en unas 20 mil habitaciones hoteleras. La idea es reunir al sector turístico en torno a una visión común para cortar de raíz la contaminación por plásticos.
Propuestas
Rizek, quien suple a fabricantes locales para que a partir del recliclaje se creen otros productos, y recién recibió las 700 mil libras de botellas que intercambió por juguetes la Alcaldía del Distrito Nacional, aboga porque esa iniciativa sea oficializada los Días de Reyes por los cabildos del Gran Santo Domingo. Mensual saca 200 mil libras del mercado y este año se proponen duplicar la cifra.
“Creamos unos quince centros de acopio a nivel nacional, donde recogemos estos desechos, con los que beneficiamos a buzos que se dedican a esa labor”, precisó Rizek.
El empresario, que construyó la planta abandonada en el vertedero de Duquesa donde manejaba mensual dos millones de libras de plásticos, concursa a nivel internacional con su proyecto actual y plantea a la municipalidad la creación de centros de acopio para valorar los desechos aprovechables y comprárselos a la gente, bajar el nivel de desechos y mejorar el aseo urbano.
Para Mariely Ponciano, quien califica de grave el problema, uno de los grandes pasos para resolver el problema está en la aplicación de la Ley 25-20 sobre Residuos Sólidos, que establece en un plazo de tres años la separación de residuos en las fuentes de forma obligatoria.
“Esa Ley trae un principio importante que es la responsabilidad extendida de productor” comentó Ponciano. Esta última obliga a productores a establecer mecanismos para retirar los plásticos que llevan al mercado a través de los productos que comercializan.
Desastre ambiental
En 2018, a raíz del huracán Beryl, las lluvias arrastraron toneladas de basura de los ríos Ozama e Isabela al Malecón, convirtiéndolo en un deprimente “espectáculo”, incluso a nivel mundial.
A raíz de ese gran cúmulo de desechos, especialmente plásticos, la Organización The Ocean Cleanup, donó el Interceptor 004 para la limpieza de dichos ríos.
Aún faltan acciones para romper la cultura de tirar objetos que para su elaboración, en base a petróleo y resina, gastan energía y otros recursos primarios.
Dinámica
—1— Puntos NUVI
Usuarios pueden ayudar a mitigar llevando botellas a centros de acopio: nuvi.do.
—1— Transformación
Rizek recolecta, limpia, separa y tritura plásticos en ojuelas que se convirten en productos.
Mayoría de desechos duraderos van al agua
Manejo. Eddy Rosado resalta el programa “Eliminación Gradual de plásticos de un solo uso Hacia Mares Limpios y Turismo sostenible en el Caribe” y la “iniciativa Global sobre turismo y Plásticos”.
Puso en contexto que se estima que aproximadamente 6,300 millones de toneladas de plásticos han llegado al final de su vida útil desde el inicio de la producción en masa en la década de 1950.
Con solo alrededor del 9% de los residuos plásticos mundiales reciclado y 12% incinerado, y el hecho de que el plástico es extremadamente duradero, la mayoría de estos ha ido acumulándose, ya sea en vertederos o ríos, que finalmente van a par a los mares y océanos.
“Se sabe que más de 500 especies se ven afectadas por la ingestión y enredo de estos plásticos que flotan como desechos en los océanos”, añadió.