Santo Domingo.-Alrededor de ellas solo hay alegría. Aunque se han mezclado con dos jóvenes de culturas diferentes, un francés y un venezolano para formar un grupo, las hermanas Peña Comas están haciendo de la música clásica su pasión de vida.
Su vivaracha jocosidad evidencia que Nathalie, Evelyn y Nicole Peña Comas, van desarrollando carreras académicas y artísticas de una forma tan vertiginosa que hasta ellas mismas se asombran de lo que está ocurriendo con sus vidas.
Terminaron el colegio y cada una se vio en la encrucijada de decidir qué hacer, si entrar a la universidad y estudiar una carrera similar a las de sus padres (Administración y Contabilidad) o ir tras un talento que las tres tenían oculto y que solo el tiempo se encargó de sacar a flote y ponerlas en un lugar donde hoy son las únicas dominicanas que están llevando la música criolla a lugares tan lejano como Viena, España, China y otros países.
Temas criollos
Su alegría se agudiza cuando dicen que cantar el tema “Dolorita”, en un festival de música clásica en Austria, las hizo sentir maravilladas con lo que estaban haciendo y fue este merengue que hizo que los europeos se pararan de la sillas a bailar, lo que les provoca emoción.
Preparan un disco clásico que traerá música clásica y folklórica latinoamericana.
Ellas buscan entregar un material de calidad en donde los agudos del chelo, los acordes de las guitarras, el sonido de flauta y la voz de Nathalie se queden aquí para deleite de quienes gustan de esta mezcla de musical.
La unión de ellos
Junto a Damien Lancelle (Francia) y Jonathan Bolívar (Venezuela), las artistas clásicas Peña Comas formaron en 2011 el grupo “Spirituosi”, y aunque lo hicieron como una forma de conseguir algunos “picoteos”, hoy los muchachos ven en ese grupo su más importante proyecto, mismo que los lleva por países tocando y con el que vinieron al país a hacer dos formidable conciertos, en donde conquistaron al publico, al punto que los aplausos de pie no se hicieron esperar.
Su proyecto inmediato es tocar bachata dentro del grupo, y para eso cocinan algo interesante del que no quisieron dar detalles.
Regar su talento
Los cinco jóvenes músicos universitario, que no buscan más que regar su talento por el mundo, coinciden cuando dicen que la música concentra en sí un lenguaje universal capaz de transformar el alma de las personas, por lo que tienen grandes ambiciones para su agrupación, que los mantiene unidos en conciertos, mientras que como solista cada uno hace su carrera independiente.
La primera de la familia en decidirse por la música fue la hoy soprano Nathalie, luego le tocó a Evelyn, quien ahora toca la flauta exitosamente y más tarde se une a ellas su hermana menor, la chelista Nicole.
En ella su padre quería ver una excelente abogada, pero su vida dio vueltas y la llevó a una sala del Conservatorio a estudiar violín.