República Dominicana se ha convertido en uno de las principales receptoras de sede de eventos internacionales, muchos de ellos, sin contar con el apoyo de las instituciones que históricamente respaldan ese tipo de actividades, lo que se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la mayoría de los organizadores y de las propias autoridades.
Y es que todo indica que solicitar sedes, es desde hace un tiempo, un modismo incontrolable, dado que se anuncian sin contar con los cuantiosos recursos económicos que conllevan sus montajes.
No siempre se puede acusar a las autoridades , de que no dan la ayuda requerida, si antes no hubo una coordinación y aprobación de un evento internacional.
Pero eso mismo ocurre con ligas y clubes locales, cuyos dirigentes se embarcan por motu proprio en organizar competencias sin contar con respaldo económico, por lo que ya es una costumbre, las denuncias de estos, de que no reciben apoyo económico.
No se puede seguir improvisando ni jugando en esa materia, porque al final, si los torneos que organizan esos elementos fracasan, entonces, es el país es que queda mal parado, porque es seguro que los que piden esas sedes, afirman que tienen el debido respaldo económico.
Ahora mismo, se está presentando un caso llamativo con el Comité Organizador del XVII Campeonato Panamericano de Voleibol Masculino, con la denuncia de sus promotores en el sentido de que los 14 millones para su montaje no aparecen, por lo que los organizadores argumentan que si no aparecen, el que quedará mal es el país, no el voleibol.
Ojalá que fluyan los recursos, pero no se puede solicitar sedes sin recursos, y mucho menos de unos Panamericanos.