RD, ¿feliz o un país de violentos?

En los últimos años en la República Dominicana se ha forjado todo tipo de violencia a nivel general y nos preguntamos el o los motivos por el cual este país que hasta hace poco tiempo había sido considerado uno de los más felices del mundo, ha dado ese cambio y se cometen tantos hechos lamentables, sin grandes explicaciones al respecto.

Aunque es obvio que existen muchos componentes para que el mismo sea ahora más que feliz, sin embargo es un pueblo atemorizado así como nuestros visitantes.

Los dominicanos siempre se han caracterizado por ser un pueblo honesto, hospitalario y de gran amabilidad, pero en los últimos tiempos se percibe una cierta apatía, debido a la violencia imperante.

Este pueblo ha perdido los valores éticos por lo que se caracterizaba su gente y se percibe que solo el más fuerte posee un gran derecho, convirtiéndose algunos de sus ciudadanos, aquellos que llevan el mando, en ley, batuta y constitución.

La situación de pobreza por la que atraviesa actualmente gran parte de los dominicanos hace que muchos ciudadanos pierdan el horizonte y reaccionen muchas veces de manera negativa, aunque en el fondo se trate de un asunto solo en el subconsciente, movido a veces por el estrés y falta de comprensión, ya que nadie quisiera ser ese prototipo irracional.

A diario vemos en los diversos medios de prensa como la violencia se ha apoderado territorialmente de todo el país y los ciudadanos comunes ya no tienen esa tranquilidad de antes, todo el mundo vive con desasosiego, es decir: aquí falta hasta la tranquilidad familiar, porque una oveja negra de la acera de al frente te robe la tuya, peor aún, porque no existe una verdadera autoridad que pueda parar esta situación, y es que en este país se han perdido los principios, al igual que no se garantizan los derechos fundamentales.

Un pueblo puede ser feliz cuando no sufre carencias, lamentablemente en República Dominicana se carece de todo, no solo de la tranquilidad, sino también de justicia y de transparencia en los manejos de los asuntos, donde pocos lo tienen todos y muchos no tienen nada.

El problema de la salubridad se ha convertido en el principal dolor de cabeza de la ciudadanía, sobre todo luego de la privatización del sistema de salud, donde al pobre se le obliga a tener un seguro médico y aún teniéndolo tiene que pagar altas sumas de dinero por consultar, ingreso clínico y de las medicinas ni hablar.

La privatización de los hospitales públicos fue el peor engaño que tuvo el gobierno central en contra de la ciudadanía, porque a partir de ahí se le coartaron sus derechos.

Más del 40% de la población dominicana está sin empleo, más de un 30% no percibe un salario adecuado a sus necesidades familiares, 20% recibe un salario regular y solo menos de un 10% vive en la opulencia en esta nación, donde las riquezas del país no son distribuidas equitativamente entre sus ciudadanos y la tijera económica cada día se abre más hacia el lado de los pobres, es por ello que se debe considerar a la tierra de Duarte, Sánchez, Mella y Luperó n como un país sin esperanza, a pesar de la luchas de estos héroes por un mundo mejor.