Nueva York. La crisis poselectoral de Venezuela y la situación de violencia en Haití estarán en el foco de atención durante el período de sesiones de la 79.ª Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
En ambos temas, República Dominicana jugará un rol importante, ya que la inestabilidad en Haití ha sido un tema recurrente en las intervenciones del presidente Luis Abinader en diversos escenarios internacionales, abogando por el restablecimiento de la seguridad en el país vecino.
Durante su visita a principios de septiembre, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, reconoció el impacto que la crisis de Haití representa para la República Dominicana en términos de seguridad y presión migratoria.
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El alto funcionario estadounidense aseguró que la inestabilidad en Haití no solo afecta a República Dominicana, sino que tiene repercusiones en todo el hemisferio occidental.
En esa ocasión, Abinader señaló que la crisis del país vecino ha incrementado la presión migratoria sobre República Dominicana, afectando los servicios públicos y generando desafíos para la seguridad nacional. Agregó que dicha presión se refleja en la matrícula del sistema escolar público, donde el 6.5 % de los estudiantes, unos 147 mil, son de nacionalidad haitiana.
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En cuanto al sistema de salud, Abinader mencionó que en los hospitales públicos, el 35 % de los partos y el 14 % de los internamientos corresponden a inmigrantes haitianos indocumentados, calificando esta situación como inédita a nivel mundial.
Venezuela
De igual forma, el mandatario se ha referido a la situación de Venezuela, afirmando que el «problema» con el país sudamericano es la defensa de la democracia.
“En el caso de Venezuela, nuestro tema con Venezuela es un tema de defensa de la democracia, y hemos cumplido con todo lo que teníamos que cumplir en este Gobierno”, afirmó el mandatario el pasado lunes durante La Semanal con la prensa.
El pasado mes, el gobierno de Venezuela exigió a la República Dominicana el retiro de sus representantes en territorio venezolano, en rechazo a sus «injerencistas acciones y declaraciones» sobre los resultados electorales que dieron la victoria al actual presidente Nicolás Maduro.
Asimismo, el pasado 30 de julio, Venezuela suspendió los vuelos comerciales desde y hacia la República Dominicana.
Días después, la situación entre ambos países se tensó aún más cuando el gobierno de Estados Unidos confiscó el avión de Nicolás Maduro en la República Dominicana y lo trasladó a Fort Lauderdale, citando violaciones de sanciones y leyes de control de exportaciones.
El canciller Roberto Álvarez desvinculó al Gobierno y al Ministerio Público dominicanos de la investigación iniciada por el Departamento de Justicia de EE.UU. que llevó a la confiscación del avión de Maduro.
«Ni el Gobierno dominicano ni el Ministerio Público han participado en el proceso de investigación de Estados Unidos; solo se requirió cooperación jurídica internacional», dijo Roberto Álvarez al referirse al tema durante el encuentro semanal del presidente Abinader con la prensa.
Álvarez explicó que, en mayo, el Ministerio Público recibió una solicitud de cooperación internacional relacionada con una investigación criminal del Departamento de Justicia, en la que se solicitaba la inmovilización o secuestro de la aeronave Dassault Falcon 900EX.
El próximo miércoles, a partir de las 3:00 p.m., el presidente Abinader ofrecerá una alocución ante la Asamblea General de la ONU, donde se espera que vuelva a referirse a las situaciones que atraviesan Venezuela y Haití.