Las empresas tecnológicas miran con preocupación la temporada de lanzamientos de sus nuevos modelos de smartphones.
Ha llegado esa época del año en la que los gigantes de la tecnología hacen todo lo posible para convencerte de que actualices tus dispositivos.
Hemos visto a Google lanzar recientemente su último modelo, el Pixel 9, seguido de Apple con su iPhone 16.
Samsung lanzó en julio las últimas versiones de sus teléfonos plegables, el Z Flip6 y el Z Fold6. Huawei acaba de subir la apuesta al presentar en China un teléfono llamado Mate XT, que contiene dos pliegues, doblando la pantalla en tercios.
Con la ralentización de las ventas de smartphones en todo el mundo, los mensajes de marketing que se lanzan son cada vez más deslumbrantes.
El jefe de Apple, Tim Cook, prometió que el iPhone16 “redefiniría lo que hace un teléfono inteligente”, sea lo que sea que eso signifique.
El vicepresidente de gestión de productos de Google, Brian Rakowski, se deshizo en elogios sobre el “impresionante” diseño del “magnífico” Pixel 9, aunque todavía se parezca mucho a un rectángulo negro.
Huawei ahora tiene su propia canción de promoción del producto, dice su equipo de prensa, que “expresa de manera potente la búsqueda de los sueños, destacando que cada avance y éxito de la empresa deriva de la convicción en nuestros sueños”.
Sí, seguimos hablando de teléfonos.
Tanto Apple como Google han apostado fuerte por la inteligencia artificial.
El nuevo Magic Editor de Google puede agregar contenido generado por IA a fotos existentes, así como eliminar los fragmentos que no se desean, con distintos grados de éxito, según mi experiencia.
Apple Intelligence, en el iPhone16, incluye la tecnología OpenAI del fabricante de ChatGPT integrada al asistente digital Siri, que muchos creen que necesita una actualización desde hace mucho tiempo.
Pero, ¿ha dicho alguien que quiere todas estas cosas?
Menos compras por año
El experto en telefonía móvil Ben Wood, de la empresa de investigación CCS Insight, dijo que, si bien las características de IA tienen como objetivo facilitar la vida digital, no necesariamente están en la parte superior de la lista de deseos de los consumidores.
«Creo que la mayoría de la gente ahora sabe lo que quiere de un teléfono, siendo una de las cosas más importantes la cámara«, dice.
Los diseñadores de teléfonos también lo saben. Las especificaciones técnicas de cada nueva cámara de teléfono suelen ser una mejora con respecto a la generación anterior. Pero incluso esto ya no es un generador de ventas garantizado.
«Lo que definitivamente está sucediendo es que la gente se aferra a sus teléfonos por más tiempo. En 2013 se vendieron 30 millones de teléfonos al año», añade Wood. «Este año serán alrededor de 13,5 millones».
Por supuesto, hay una crisis actual del costo de vida que afecta a las decisiones de gasto de los consumidores. Y también hay un costo medioambiental de los teléfonos, que contienen tierras raras y metales preciosos.
Además, hay una tendencia creciente, en especial entre los padres y los más jóvenes, de tratar de alejarse por completo de los teléfonos inteligentes.
«Sobriedad digital»
Varias escuelas del Reino Unido están revisando sus políticas de teléfonos inteligentes, y algunas ya han optado por una prohibición absoluta.
En el exclusivo colegio británico Eton, este trimestre les dieron a sus alumnos teléfonos con funciones básicas, los impopularmente conocidos como teléfonos tontos. Mientras, otras instituciones están considerando seguir este ejemplo.
La red de telefonía móvil EE recomienda que los niños menores de 11 años no tengan teléfonos inteligentes en absoluto.
Nova East, que lidera la campaña Smartphone Free Childhood [Niños libres de teléfonos inteligentes] en Londres, insta a los padres y escuelas a colaborar para retrasar la edad en la que los niños reciben los dispositivos.
«No estamos en contra de la tecnología, solo estamos a favor de la infancia. Nos gustaría ver que las empresas tecnológicas desarrollaran un teléfono amigable para los niños, que ofrezca solo funciones esenciales como llamadas, mensajería, música y mapas, sin ninguna funcionalidad adicional”, dice.
Sasha Luccioni, investigadora de la empresa de IA Hugging Face, dice que hasta ahora el mensaje parece no haber llegando.
«Cada vez se habla más de la ‘sobriedad digital’, de la forma en que construimos y usamos la tecnología, pero parece que los diseñadores de teléfonos inteligentes están yendo exactamente en la dirección opuesta», dice.
Le consultamos sobre este tema a Apple, Google y Samsung.
«Los usuarios de Samsung pueden elegir cómo usar sus teléfonos Galaxy que mejor se adapten a sus necesidades. Por ejemplo, las funciones de bienestar digital permiten a los usuarios seleccionar qué funciones usan, cuándo las usan y durante cuánto tiempo, y se puede establecer un límite de tiempo de pantalla en aplicaciones específicas que se quieren restringir», respondieron desde la compañía.
Más simples, más prácticos
Una empresa que está escuchando las crecientes llamadas a una funcionalidad telefónica reducida es la empresa finlandesa HMD, que todavía fabrica teléfonos Nokia básicos.
El mes pasado lanzó un teléfono con temática de Barbie en colaboración con el fabricante de juguetes Mattel y lo probé. Las dos palabras que usaría para describirlo son: funcional y rosa.
No tiene aplicaciones, ni tienda de aplicaciones, ni cámara para selfies y solo un juego. Si quieres escuchar música, hay una radio FM.
CCS Insight pronostica que es probable que se vendan alrededor de 400.000 teléfonos básicos en Reino Unido este año, lo que no es suficiente para sacar al iPhone de la cima de la lista de los teléfonos más vendidos del mundo en el corto plazo, pero demuestra que hay interés de los consumidores.
Acabo de comprobar mi propio tiempo frente a la pantalla durante los últimos siete días y promedié unas cinco horas por día.
Es cierto que esta es una estadística que da que pensar, pero no todo fue deslizar la pantalla sin pensar.
Mi teléfono es una herramienta de trabajo. También es lo que uso para mis cuentas bancarias, las compras, las direcciones, el control de la salud y los planes familiares. También sí, los juegos y las redes sociales.
«Creo que lo que siempre olvidamos es que hay una gran cantidad de beneficios en el uso de teléfonos inteligentes», dice Pete Etchells, profesor de psicología y comunicación científica en la Universidad de Bath Spa.
«Tendemos a centrarnos mucho más en los aspectos negativos. Siempre vale la pena tener en cuenta que estas son tecnologías de conveniencia. Ellas nos ayudan. También hay algunos aspectos buenos».