Santo Domingo.– Ocho años son muchos, y cuatro años pasaron rápido, ya que en el servicio público se puede hacer tanto. Así define el tiempo la primera dama de la República, Raquel Arbaje.
“Yo le decía a Luis: ‘No vayamos a la reelección, creo que podemos crear un período de cuatro años’, pero como es un matrimonio, y un matrimonio es un equipo, me dije: ‘Déjame dejarlo, que si Dios nos ayuda y tenemos salud, que él (el presidente) complete’”, explicó Arbaje.
Comentó que, en un principio, no estaba de acuerdo con que el presidente Abinader se presentara para otro mandato, ya que sentía que ocho años eran demasiado tiempo. Sin embargo, señaló que la vida familiar no ha cambiado tanto.
“La gente ve a Luis y Raquel como un equipo”
La esposa del presidente Luis Abinader explicó que en el servicio público “los días son largos y los años cortos”.
Arbaje dijo que siempre ha estado en contacto con la vida política, pues es novia de Luis, como ella lo llama, desde que tenía apenas 19 años.
Recuerda que en su adolescencia residía en Gazcue, cerca de lo que era entonces el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Siendo apenas una jovencita, almorzaba escuchando los discursos radiales del doctor José Francisco Peña Gómez, los cuales le brindaron vasto conocimiento a su corta edad. Además, veía «El Show del Mediodía» y «El Chavo del Ocho».
“Siempre he estado al lado de Luis en todos los procesos”, resaltó.
Pese a que tanto el primer mandatario como ella y sus hijas Adriana, Graciela y Esther han sido personas muy privadas, Arbaje señaló que, al provenir del sector comercial, siempre ha estado en contacto con la gente, sirviendo.
“El que quiera progresar tiene que dar seguimiento y se lo digo a mis hijas”
“Mis padres se esforzaron para que tuviéramos lo necesario para vivir, y sobre todo, calor humano”, comentó Arbaje en El Programa El Día.
La primera dama define su familia como un diamante. Recuerda con alegría cómo, de niña, sus padres y abuelos, junto a sus hermanos, los ponían a contar el dinero en efectivo de los negocios y les decían: “Todo este dinero es para el banco”.
De ahí que valora tanto escuchar a los niños, ya que siempre se sintió escuchada y valorada por sus familiares durante su infancia.
A sus 53 años, Arbaje aseguró que se siente cómoda como primera dama de la República Dominicana. “Soy yo misma. Puedo demostrar en el servicio público, que no le llamamos gobierno ni poder, que se puede ser cercana a la gente”.
“En la casa no hablamos de trabajo”
Explicó que durante los cuatro años de servicio ha tenido la oportunidad, junto a un equipo maravilloso, de tocar vidas y dejar un ejemplo de humildad. “Siempre fue mi deseo que, desde el poder, pudiéramos ser personas cercanas”.
Dijo que su oficina cuenta apenas con 30 colaboradores, a quienes definió como una familia. Tienen un chat llamado “casos abiertos”, donde se reciben y gestionan las solicitudes.
Arbaje recordó que cuando el presidente Abinader asumió el poder en el año 2020, le comentó que le gustaría tener un despacho parecido al de la fenecida esposa del expresidente Hipólito Mejía, Rosa Gómez. Sin embargo, añadió: “No, no se necesita. Siempre le dije al presidente que yo no quiero administrar directamente dinero del erario”.
“Yo quise una oficina sencilla, canalizadora”, explicó. Señaló que su dependencia forma parte del Ministerio de la Presidencia y solo manejan un presupuesto de 12 millones de pesos al mes, con el cual logran hacer mucho.
“El dinero rinde más cuando sabes tocar puertas”.