Santiago de Chile.- Rafaella Carrà revolucionó el Chile de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) con una recordada actuación en la edición de 1982 del Festival de Viña del Mar, con la que encandiló al jurado y se coronó como Reina del certamen iniciado una tradición que perdura en la actualidad.
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Tres años antes, el público del festival había elegido de manera espontánea como Reina a la animadora María Graciela Gómez, y de manera imprevista también fue que el jurado de 1982 decidió premiar a Carrà tras quedar obnubilado con su función.
Desde entonces ya no hubo más improvisaciones y la elección de una Reina del certamen quedó instaurada como costumbre, estando considerada la diva italiana como la primera que oficialmente se coronó en el festival.
Han pasado 39 años desde entonces, justo la edad que tenía Carrà en ese momento, y su recuerdo fue desempolvado este lunes en Chile tras conocerse la noticia de su muerte.
«Ídola.
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Raffaella Carrà remeció el conservadurismo chileno en plena dictadura. Su lenguaje siempre fue explícitamente pro-LGBTIQ+. Fue un bálsamo para la diversidad sexual y de género en una época profundamente homo/transfóbica. Te lloramos Carrá”, escribió en su cuenta de Twitter el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
UNA ACTUACIÓN MEMORABLE
La también actriz y presentadora actuó en la última jornada de aquel festival de 1982 en el que compartió cartel con Raphael, The Police, Los Pecos y Miguel Bosé, entre otros muchos.
El escenario de la Quinta Vergara estaba completamente lleno, con espectadores incluso “arriba de los árboles”, tal y como ella misma recordó en una entrevista con el diario chileno El Mercurio hace tres años
“Eran miles y miles, recuerdo muy bien que en esa presentación lo pasé bomba”, declaró Carrá haciendo memoria de su espectáculo.
Antes de comenzar, le habían advertido que el suelo estaba resbaladizo por la humedad y que debía ir despacio para no caerse.
“Como yo nunca voy despacio, pensaba que me iba a caer. Cuando llegó el momento de las acrobacias estaba concentrada en el público y con una parte de mi mente pensando en el suelo, pero no pasó nada”, rememoró.
«¡Qué noche! Fue una experiencia dramática, un momento tremendo. Estaba emocionada porque antes había estado ante grandes audiencias, pero nada como este festival, es algo que no olvidaré nunca”, continuó.
HIZO PERSIGNARSE A UN SACERDOTE
Por problemas de agenda, nunca más regresó al Festival de Viña del Mar pese a las múltiples invitaciones que ha tenido, pero sí se paseó por otros escenarios chilenos, también en televisión.
De hecho, en 1980, ya antes de mostrarse ante la Quinta Vergara, participó en el programa “Noche de Gigantes” del popular don Francisco, con otra memorable actuación.
Carrà interpretó el tema “Pedro” y en un momento se acercó a uno de los invitados del programa, al sacerdote Raúl Hasbún, haciendo ademán de besarle, a lo que el cura respondió, entre sonrisas, persignándose.
La noticia de la muerte de Carrà la dio este lunes el que fuera su pareja, Sergio Iapino, quien reveló que la artista italiana falleció tras una larga enfermedad.
Nació como Raffaella María Roberta Pelloni, su verdadero nombre, el 18 de junio de 1943 en Bolonia (Emilia-Romaña, centro) y con 10 se trasladó a Roma, donde comenzó a tomar clases de danza clásica.
Carrà fue muy querida en todo el mundo. Su espontaneidad conquistó primero Italia, luego España, donde se convirtió en todo un mito en la conservadora sociedad española de mediados de los setenta, y de ahí dio el salto a Latinoamérica.