Rafael Devers cambia de opinión y debuta en primera base con los Gigantes tras negarse en Boston

Rafael Devers debutó el martes por la noche en la primera base con los Gigantes de San Francisco, en la victoria por 9-0 ante los Bravos de Atlanta siendo su primera aparición en una posición que se había negado a ocupar durante su paso por los Medias Rojas de Boston.

Rafael Devers lució seguro en su nueva función defensiva, completando sin problemas una jugada de rutina en el segundo inning y terminando la noche sin errores. Además, se fue de 5-2 con una carrera impulsada, en una jornada redonda tanto para él como para su equipo, que rompió una racha de seis derrotas consecutivas.

Al término del encuentro, Devers explicó por qué prefiere estar en el campo a asumir el rol de bateador designado.

“Me mantiene activo. Me ayuda a no pensar tanto en mi próximo turno al bate”, dijo a través de un intérprete. “Me gusta estar involucrado, ser parte del juego defensivo. Prefiero eso a quedarme en la jaula de bateo todo el tiempo”.

Su llegada a San Francisco

El cambio a San Francisco se produjo en junio, luego de que su relación con la gerencia de Boston se deteriorara, a pesar de haber firmado en 2023 una extensión de 10 años y $313.5 millones. La tensión creció cuando, durante los entrenamientos de primavera, los Medias Rojas ficharon al antesalista Alex Bregman, ganador del Guante de Oro, y movieron a Devers al puesto de bateador designado.

Devers aceptó el cambio a regañadientes, pero se negó a cubrir la primera base cuando el titular de la posición, Triston Casas, sufrió una lesión que lo dejó fuera por el resto de la temporada. En cambio, tras ser traspasado a los Gigantes, comenzó a entrenar en la inicial y se mostró dispuesto a asumir el rol cuando se sintiera listo.

Consultado sobre por qué aceptó jugar en primera para San Francisco y no para Boston, Devers respondió que sintió que los Medias Rojas no le mostraron el respeto que había ganado con su rendimiento. Afirmó que habría aceptado el cambio si se lo hubieran planteado desde el inicio de la pretemporada.

Desde su llegada a la Costa Oeste, Devers no ha brillado con el bate: promedia .219 con dos jonrones y 10 carreras impulsadas en 29 juegos como designado con los Gigantes. En Boston, había dejado una línea de .272, con 15 jonrones y 58 remolques en 73 encuentros.

Tres veces All-Star, Devers suma un promedio vitalicio de .277 con 217 cuadrangulares en nueve temporadas. Su aporte ofensivo es clave para unos Gigantes que, antes del juego del martes, se ubicaban en el puesto 23 de las Grandes Ligas en carreras anotadas por partido.

Con la victoria en Atlanta, San Francisco se colocó a 2.5 juegos de un puesto de comodín en la Liga Nacional y espera que Devers se consolide en su nueva posición, dentro y fuera del campo.