Santo Domingo.-Una profunda manifestación de cariño y agradecimiento se vivió anoche por parte de personalidades de distintos estratos sociales que acudieron al velatorio de don Radhamés Virgilio Gómez Pepín.
“Físicamente desaparece un gladiador, un capitán que nunca abandonó el barco, pero queda su legado. Pienso que la estirpe continúa en el ejemplo, emulación y enseñanza que nos deja a todos”.
Así se expresó el director del “Listin Diario”, Miguel Franjul, de quien fuera el director de “El Nacional”.
Juan Bolívar Díaz dijo que siempre sintió mucho afecto por Radhamés, porque habiendo comenzado el periodismo en la época del tiriano Rafael Leonidas Trujillo, desde que este murió se incorporó a la lucha por las libertades y la democracia, al tiempo de ser un promotor de los derechos humanos.
“Lo recuerdo desde su columna ‘Pulsaciones’ en los años 60, era un lector de esta desde que empecé a estudiar. Los años que compartimos de cerca le tuve mucho aprecio y valoración”, dijo.
Para él, deja un legado importante en el ejercicio de la profesión y cuando se escriba la historia del periodismo de estos 50 o 60 años su nombre habrá de ocupar un lugar importante.
País pierde referente
A juicio del empresario Manuel Corripio, con la muerte de Radhamés Gómez Pepín el país y el periodismo pierden un referente”. “Era un periodista valioso, íntegro y combativo, aparte de la dimensión de ser un buen padre, también recordaremos los momentos gratos que compartimos con él”.
Mensajes
Entre otros funcionarios que expresaron pesar figuró el ministro de Educación, Carlos Amarante Baret, quien lo definió como un verdadero maestro de generaciones de periodistas dominicanos.
“Con el fallecimiento de Gómez Pepín desaparece una de las mejores plumas del periodismo nacional, pero también desaparece quien fue ejemplo de entereza, profesionalidad, agudeza y un gran formador de generaciones enteras de periodistas que han ocupado y ocupan importantes posiciones en el diarismo profesional”.
Al igual que él, Persio Maldonado, presidente de la Sociedad Dominicana de Diarios, Inc., lamentó su muerte, al tiempo de considerar que su partida deja una pérdida sensible para la prensa nacional y para todo el país.
A la Funeraria Blandino acudieron distinguidas personalidades y excompañeros de su generación, como el director de EL DÍA, Rafael Molina Morillo; Silvio Herasme Peña, el escritor Héctor Mateo, Victor Gómez Bergés, Alejandro Montás, Guido Gómez Mazara y Luis Manuel Bonetti, entre otras figuras públicas. Igual decenas de coronas de diversas entidades públicas y privadas
Momentos de pruebas
En su más de medio siglo de ejercicio Radhamés tuvo que enfrentar la más férrea dictadura que vivió el país, encabezada por el tirano Rafael Leonidas Trujillo, la post dictadura, los 12 años de Balaguer y durante la transición a la democracia por el año 1978.
Durante las últimas entrevistas concedidas, dijo que cada período, le dejó una gran experiencia. Como reportero de “El Caribe” le tocó seguir a Trujillo en los recorridos que realizaba los fines de semana por los diferentes pueblos del país.
En los llamados 12 años de Balaguer, recordó que fue apresado bajo la acusación de traficante de armas y llevado a la cárcel de La Victoria.
De la democracia y la libertad de expresión que esta trajo consigo, sin dejar de valorarla, reconoce que los comunicadores y los medios han incurrido en excesos de libertad, refiriéndose al lenguaje obsceno que emplean en la radio y la televisión.
Como cualquier otra persona, don Radhamés superó grandes pruebas, que le permitieron reír, sufrir, y hasta llorar, para no cambiar el rumbo y perder se en el camino por el que se enrumbó.
Pero ante todo fue un hombre valiente para reconocer sus errores, enmendarlos y seguir adelante con la misma gallardía de los primeros años en que se inició, con la fuerza de voluntad y firmeza inquebrantables que le caracterizaron y que fueron una marca indeleble de su personalidad y carácter.
Ojalá y que con el tiempo, surjan muchos don Radhamés Virgilio Gómez Pepín, que puedan con su ejemplo de trabajo, dedicación y amor, seguir deponiendo sus intereses particulares por el bien del país.
Reconocimientos a su labor
Entre otros, recibió el Premio Nacional al Periodismo 2009, por sus méritos acumulados durante más de 50 años de ejercicio en los medios de comunicación, galardón que le entregó el entonces presidente Leonel Fernández.
El “Guachupita de oro” (1991); reconocimiento de la Mesa Redonda Panamericana de SD 1991; Doctor “honoris causa” de la Universidad CDEP en 1993; Caonabo de Oro 1986, así como el Galardón “Sumo Laurel Paz, Libertad y Justicia”, otorgado por la Comisión Nacional de los De rechos Humanos en 1996.
Igual fue declarado como munícipe distinguido por el Ayuntamiento del DN en 1996; Profesor honorario de la Facultad de Humanidades de la UASD, en 2002.
El Banco de Reservas lo reconoció con la puesta en circulación del libro “El legado de un periodista”, de Domingo del Pilar y José Rafael Sosa, que reúne una compilación de entrevistas y testimonios de sus más de 50 años de ejercicio profesional. En el año 2013, fue galardonado por la Cámara de Diputados.
