Hay que tener piel de cocodrilo y espíritu de alacrán para ser funcionario de uno de los países más racistas del mundo, pese a su admirable discurso a favor de los derechos humanos, y acusar a República Dominicana de racista y esclavista, como ha ocurrido, sin presentar un solo supuesto esclavo.
Mientras los gringos se mataban entre sí en su guerra civil de 1863, aquí había gobernado el hijo de una esclava negra.
En Estados Unidos todavía hay hoy “sweat shops” de chinos indocumentados tratados como esclavos por la industria de manufactura de ropa y ni hablar de las condiciones de vida de los braceros mexicanos.
En ese contexto, va a Saturday Night Live el actor negro Chris Rock y al referirse al contrato de Juan Soto con los Mets, el mayor de la historia de los deportes profesionales, suelta esta perla: “Steve Cohen, dueño de los Mets, se compró a un dominicano por US$700 millones”.
Nada extraña que sea un afroamericano de pésima educación que exprese un supuesto chiste racista y xenófobo, pues en su guerra civil hubo negros que pelearon voluntariamente del lado confederado esclavista.
Quizás los dominicanos de Nueva York y otras ciudades estadounidenses deben hacerle saber a SNL y al carajete chistoso que da vergüenza ajena su comentario ofensivo y desconsiderado. Juan Soto, salido de Herrera, es mas exitoso y meritorio que Chris Rock, y hasta ahora más inspirador para sus admiradores.