Quisiera poder decir… Yo acuso

Quisiera poder decir… Yo acuso

Quisiera poder decir… Yo acuso

Rafael Ramírez Ferreira

Porque… “Quien no se atreve a

Razonar, es un esclavo”

 

La razón se compone de verdades

Que hay que decir y de verdades

Que hay que callar

Rivarol.-

Lo que nos pasa es que desde hace tiempo hemos debido de hacer y no hemos hecho nada. Es que nos hemos convertido en irresponsables, como si hubiésemos sido contagiados con la peste de la indolencia, de la indelicadeza y desfachatez que ha contaminado a la gran mayoría de nuestros políticos-representantes y por demás, funcionarios.

La frustración nos acogota y el miedo a decir, ni digamos hacer, nos ha hecho sumisos ante el látigo inmoral y doloroso que nos aplica una casta insensible que se ha apoderado del estamento político dominicano. Desbaratan partidos solo por ambiciones personales y crean agrupaciones “emergentes” por la misma razón. Vivimos en este espacio de tiempo donde la palabra o los deseos de un grupo se han convertido en ley y constitución.

Se denuncian males que están a la vista de todo el mundo y no aparece una sola persona envestida de autoridad que le haga caso. La justicia… ¡bien gracias!, en manos de los mismos que producen y hacen proliferar el irrespeto a las leyes.

Todo es mediocridad, clientelismo rastrero y vergonzoso, lo cual, más temprano que tarde nos harán llegar al punto culminante con consecuencias predeciblemente fatales y que nadie se llame a engaños y crea que somos pesimistas o creadores de fantasiosas acciones catastróficas, como esas a las que nos tienen acostumbrados los bien llamados genios del mal, vividores por antonomasia, no señor, lo que decimos es realidad, es una desgraciada realidad que observamos y lo que duele más, es nuestra impotencia ante esta situación.

Lo cierto es que la institucionalidad se fue pal’ carajo y cada día se hunde más en el lodazal político de la ley del más fuerte, donde lamentablemente, también hay que incluir las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, ya que siquiera los altos mandos tienen el poder para establecer un alto en este “desguañangue”, llevado a cabo por la casta dominante, donde solo los espalderos y lagenuflexión reinan y abusan.

Es por todo esto que vivimos sometidos a los deseos onerosos e indelicados de estos políticos, en medio de un ambiente de farsa democrática, donde los funcionarios políticos, después de años y años en una posición, con un verbo engañoso y patriotero, se pasan el tiempo diciendo lo que se tiene y debe de hacer pero que en tantos años no han sido capaces de llevar esa oratoria a la realidad. Eso, es parte de su descaro.

En lo que estos funcionarios políticos son excelentes es en su trato con el pueblo, al cual consideran como algo desechable e inescrupulosamente se identifican como sus más fervientes defensores.

Por eso, solo por eso quisiera poder decir… ¡Yo acuso! Si, así de simple, poder decir yo acuso Señor Ministro de Medio Ambiente; Yo acuso Señor Ministro de Turismo; Yo acuso Señor Director de Migración; Yo acuso Ministro de Planificación y “Economía”; Yo acuso Señor Ministro de Salud Pública; Yo acuso Señores Síndicos del Gran Santo Domingo; Yo acuso Señor ex-Ministro de Educación, distinguido miembro del Comité aquel y por demás Presidente de su ONG.

Sí, yo acuso pero para qué hacerlo, si no hay quien le ponga el cascabel a los gatos y por demás, a estos inescrupulosos ni le entra ni le sale por ningún lado, el blindaje es impenetrable y sin posible oxidoque debilite el mismo. Y digo para qué hacerlo, porque en cuanto al por qué, es alto conocido por mansos y cimarrones. ¡Si señor!



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