En medio de tanta corrupción y de tanta impunidad como las que nos rodean, reconforta tropezar con un Quijote cuando menos se espera. Es lo que me ha sucedido. Muchos podrán decir que se trata de un loco, pero yo pienso que con una docena de locos como ese, este país fuera mucho mejor de lo que es.
Se trata del fraile franciscano José María Guerrero, quien ha creado una Fundación que tiene como meta dotar de una vivienda a cada familia dominicana pobre. ¡Casi nada!
Los detalles de cómo se producirá este ¿milagro? serán dados a conocer en un acto público el martes 1 de diciembre, con la participación de importantes personajes e instituciones nacionales que creen en la realización de lo imposible.
El espacio de que dispongo en esta columna es corto para explicar cómo funcionará el programa en cuestión y convencer a la gente a fin de participar en el mismo (como ya lo he hecho yo), pero invito a todo el que lea estas notas a que preste atención a lo que se revelará el primer día de diciembre.
Y después hablamos.
Mientras tanto, se ha habilitado el teléfono 809-788-1428 para los impacientes que no puedan esperar para obtener más información sobre cómo participar sin gran esfuerzo. Verán que vale la pena intentarlo.