París – Un cerebro, nueve ejecutores, un veterano para reivindicar y sin duda numerosos cómplices: los atentados de París movilizaron a un grupo de yihadistas con perfiles y trayectorias variados.
El presunto organizador
Los investigadores creen que Abdelhamid Abaaoud, un belga de 28 años, es el cerebro de los atentados.
El miércoles, se lanzó un asalto en un apartamento al norte de París para detenerlo. Se ignora todavía si forma parte de las personas muertas o detenidas.
Este yihadista, que se hace llamar «Abu Omar Susi» (en alusión a la región marroquí de donde es originaria su familia) o «Abu Omar al Baljiki» (el belga), se ha convertido en un miembro muy activo del EI en Siria.
Apareció en las primeras planas de los diarios belgas a principios de 2014, luego de haber llevado a Siria a su hermano Younes, de 13 años.
En febrero, alardeaba de haber entrado y salido de Europa para preparar atentados en Bélgica, frustrados por la policía.
Los atacantes del Bataclan
Un total de 89 personas murieron a manos de tres suicidas en la sala de conciertos El Bataclan. Dos detonaron sus cinturones explosivos al producirse el asalto policial y un tercero fue alcanzado por la policía y su cinturón explotó.
Omar Ismail Mostefai: Identificado por las huellas de un dedo de la mano seccionado, Mostefai nació el 21 de noviembre de 1985 en Courcouronnes, un suburbio de París. Había sido condenado ocho veces entre 2004 y 2010, pero nunca estuvo preso. Era padre de una niña. Según un responsable turco, Ankara había informado a la policía francesa dos veces, en diciembre de 2014 y junio de 2015, sobre sus actividades vinculadas al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Samy Amimour: De 28 años, era oriundo de Drancy, un suburbio al noreste de París. Este ex conductor de bus había sido inculpado en octubre de 2012 por haber querido viajar a Yemen. Viajó a Siria en 2013 y era objeto de una orden de detención internacional. En 2014, su padre logró dar con él en Siria pero no logró convencerle de que volviera, según su testimonio a la AFP.
Los atacantes en las calles de París
Un total de 39 personas murieron víctimas de los disparos de tres atacantes contra terrazas de bares y restaurantes en un barrio del este de París.
Brahim Abdeslam: Nacido el 30 de julio de 1984, este francés residente en Bélgica se hizo explotar frente a un bar hiriendo gravemente a una persona. Brahim es uno de los tres hermanos seguido de cerca por los investigadores.
Salah Abdeslam: El segundo hermano, de 26 años, requerido por la policía francesa, sigue prófugo. Habría desempeñado tareas de logística en la preparación de los ataques. Bélgica emitió una orden de captura internacional en su contra. Salah habría sido sacado de Francia por dos cómplices que vinieron de Bélgica, Mohamed Amri, de 27 años, y Hamza Attou, de 20 años, inculpados luego en Bruselas por «atentado terrorista» y encarcelados. El tercer hermano, Mohamed Abdeslam, detenido en Bélgica, fue liberado el lunes sin ser inculpado.
El tercer miembro de ese comando, no identificado, podría también haber escapado.
Estadio de Francia
Tres hombres se hicieron explotar en los alrededores del Estadio de Francia. Sólo uno de ellos ha sido claramente identificado.
Bilal Hadfi: Bilal Hadfi, un francés de 20 años que residía en Bélgica y estuvo en Siria. El joven colgó en Facebook fotos de un kalashnikov y de un arsenal. En otra foto, aparece con el torso desnudo y un fusil en el hombro apuntando a un blanco.
El hombre del pasaporte sirio:
Un pasaporte sirio a nombre de Ahmad al Mohamad fue hallado junto al cuerpo de un kamikaze. Pero la identidad es dudosa. Según sus huellas, el kamikaze fue controlado en Grecia a principios de octubre entre los migrantes que huyen de Siria, pero sigue el misterio sobre quién es. La policía francesa difundió su fotografía.
Clain, la voz de los atentados
Fabien Clain, de 37 años, es un veterano del yihadismo francés y su voz fue identificada en una grabación audio en la que el EI reivindica los atentados. En ella, se congratula de la muerte de los «idólatras» del Bataclan y amenaza con que «sólo es el principio de la tempestad». Convertido al islam en los años 1990, radicalizado más tarde, era cercano a Mohamed Merah, que en 2012 mató en Francia a siete personas en nombre de la yihad. Cain fue condenado en 2009 por haber organizado una red yihadista destinada a Irak. Tras ser liberado, partió a Siria, donde es mentor de los 850 franceses y belgas que se estima se hallan entre las filas del EI en ese país.