¿Quiénes controlan la oferta y los precios en mercados informales fronterizos?

¿Quiénes controlan la oferta y los precios en mercados informales fronterizos?

¿Quiénes controlan la oferta y los precios en mercados informales fronterizos?

Contrario a la percepción generalizada de que son los comerciantes dominicanos quienes imponen precios en estos mercados, la realidad es que cada vez más se evidencia el poder que ejercen comerciantes haitianos sobre los precios.

 

En sus inicios, los mercados informales fronterizos se establecieron con la intención de apoyar al pueblo haitiano en el suministro de bienes alimenticios básicos por lo que el control de la oferta y los precios no eran factores importantes. Sin embargo, en la medida en que estos espacios de intercambio han ido transformándose en actividades comerciales controlada en su mayoría por intermediarios, que persiguen única y exclusivamente la obtención de ganancias crecientes, se han creado diversos mecanismos de protección del comercio que allí se realiza, sobre todo en lo que se refiere al ingreso de vendedores y al precio.

Contrario a la percepción generalizada de que son los comerciantes dominicanos quienes imponen precios en estos mercados, la realidad es que cada vez más se evidencia el poder que ejercen comerciantes haitianos sobre los precios, pues estos se auxilian de buscones y agentes que intercambian gourdes por pesos dominicanos quienes son aliados de los compradores haitianos e imponen un mayor poder de negociación que los dominicanos pues estos últimos “están más desesperados por vender que los haitianos por comprar y es por ello que los precios siempre están bajos” según relatan comerciantes del mercado de Jimaní que fueron entrevistados por los autores.

En respuesta a esta desventaja, grupos de comerciantes dominicanos que operan en estas ferias comerciales se han agrupado en las llamadas “Asociaciones de Comerciantes” organizadas alrededor de determinados rubros (Asociación de Comerciantes de Pollo, Huevos, Limones, Embutidos, Arroz, Carne de Res, etc.). Estas agrupaciones tienen como función principal controlar los precios, la oferta y evitar que comerciantes no asociados ingresen a estos lugares a vender sus productos sin ningún tipo de control.   Por ejemplo, en Jimaní, en el caso de productos agrícolas como guineos, los camioneros que cargan los productos deben hacer una parada en la comunidad de El Limón próxima a Jimaní y esperar a que sean llamados para ingresar al mercado y esto se usa como un mecanismo de control de la oferta. En el lado haitiano, gran parte de las actividades de compra son controladas por las Madame Sara quienes a su vez venden sus productos en otras ciudades de Haití principalmente en Puerto Príncipe.

En adición a estos mecanismos de control y sin contar con el rol de militares y representantes de otros organismos estatales (aduanas, migración), existen otras barreras de entrada a los mercados informales fronterizos. Así encontramos la presencia del buscón o intermediario comisionista haitiano, como se ha explicado precedentemente, que es un agente cuya función principal es poner en contacto a compradores y vendedores, estos imponen los precios y condiciones de negociación, además son los que controlan el canje de monedas de pesos dominicanos por Gourde.  El mecanismo utilizado es postergan la compras hasta después de las 12 del día para presionar a los comerciantes dominicanos a vender barato.  Otras barreras de entradas lo constituyen los pagos al ayuntamiento a las organizaciones de transportistas.  Estos obstáculos son más fuertes en los mercados de Dajabón, Jimaní y Elías Piña, pues Pedernales es un  mercado pequeño en el que no existen restricciones fuertes para el acceso a camiones y comerciantes al mercado, aunque se debe pagar a la organización de transportista de allí.

En definitiva, los haitianos tienen el dinero y los dominicanos las mercancías que han traído además,  de lugares distantes (Pedernales, Barahona, Ocoa, Jarabacoa, Constanza, Moca, incluso del Este) por lo que el objetivo de estos últimos es vender todo lo que han llevado aun tengan que colocarlo a precios bajos para poder regresar a su origen sin estas mercancías.

 

*Esta investigación fue realizada por el autor junto a Juan Del Rosario S.

Ambos son profesores de la Escuela de Economía Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Investigadores del Comercio Fronterizo y las relaciones económicas, entre la Republica Dominicana y Haití.