Quién y cómo decide que nuevos emojis pueden usar millones de usuarios

Quién y cómo decide que nuevos emojis pueden usar millones de usuarios

Quién y cómo decide que nuevos emojis pueden usar millones de usuarios

Literalmente, cualquiera puede crear un emoji.

Pero para que termine siendo usado en el mundo entero, la lista de requisitos es larga.

Un emoji que no corrió con «suerte» recientemente fue el de un rifle de cacería.

Considerado junto a un lote de emojis olímpicos en octubre pasado, terminó siendo rechazado por consenso, según se informó esta semana.

Así que no hay rifle entre la nueva publicación de símbolos, pautada para este martes.

¿Quién lo rechazó? ¿Cómo pasa un dibujito en un papel a convertirse en un símbolo compartido por miles de millones en el mundo entero?

Es un auténtico papeleo.

Te contamos.

Diccionario universal

Los emojis son, quizás, la última representación de un problema clásico en informática: cómo garantizar que, en un mundo de muchos idiomas, todos puedan entenderse.

Para eso está Unicode: es una especie de megadiccionario universal, donde cada caracter o símbolo tiene asignado un número.

Quienes ya estaban grandecitos cuando llegaron las computadoras, quizás recuerden el código ASCII. Cuando no había manera de poner una vocal con acento había que recurrir a un código (Ctrl + número), que milagrosamente hacía aparecer la letra deseada.

Unicode tiene mayor capacidad que ASCII porque usa más números. Y está avanzando fuerte en su objetivo de reemplazar a cualquier otro sistema de código.

¿Y quién está a cargo de administrar Unicode? ¿Quién le pone números a los símbolos?

El Consorcio

Es el trabajo el Consorcio Unicode, una organización sin fines de lucro creada en 1991.

La integra cualquiera que tenga interés en participar y dinero para pagar la membresía. Algunos de sus miembros más notables son los gigantes de la informática: Google, Apple, IBM, Microsoft, entre otros.

Además coopera con organizaciones de desarrollo de normas, como el consorcio World Wide Web (W3C), el Grupo de Trabajo de Ingeniería de Internet o la corporación europea Ecma International.

Un Comité Técnico toma las decisiones.Que algunas veces son polémicas.

Por ejemplo, a principios de junio el ex primer ministro escocés Alex Salmond se quejó de que el Consorcio le negó el emoji de la bandera escocesa.

«El año pasado le escribí a Apple y al Consorcio Unicode (…). Pero estoy decepcionado porque, una vez más, Escocia fue dejado por fuera», se quejaba el político.

«Es cierto que han avanzado algo con la inclusión de nuestro animal nacional, el unicornio, en la lista de emojis, pero estoy seguro de que hablo por todos los usuarios escoceses cuando digo que nos gustaría añadir la Cruz de San Andrés a nuestra correspondencia», decía.

Uno que corrió con mejor suerte fue la cadena de comida Taco Bell.

La empresa lideró una campaña de gran impacto en redes sociales para lograr que se creara un emoji para el taco. Y lo logró. A partir del año pasado (dentro de la versión 8.0 de Unicode) es posible hablar de tacos en chats sin escribir t-a-c-o-s.

Podrán ser unos dibujitos, pero generan pasiones.

¿Cómo «nace» un emoji?

Como decíamos al principio, «cualquiera puede presentar una propuesta para un emoji», según explica la página relevante en el sitio unicode.org.

«Pero la propuesta debe tener toda la información adecuada para tener posibilidades de ser aceptada».

Para proponer oficialmente un emoji hay que preparar un documento bastante detallado.

La página de instrucciones contiene 2.676 palabras.

Explica que el candidato debe considerar factores como compatibilidad y nivel esperado de uso, con base en evidencia numérica.

Por ejemplo, si quieres crear un emoji para «perrocaliente» (hot dog), puedes usar el desempeño de un símbolo parecido, como «hamburguesa», para apoyar tu caso.

Además, debes presentar un dibujo apropiado, libre de derechos, suficientemente reconocible y diferente de otros emojis existentes.

A continuación, el consorcio lista cinco razones por las que pueden ser rechazados: no sirven si son demasiado específicos, demasiado generales, representables por otro símbolo ya existente, representativos de una marca o producto de una moda.

Determinar si un emoji cumple o no con todos estos requisitos pueden tomar más de un año.

Los candidatos deben asegurarse de entregar todos sus papeles tan pronto como les sea posible en el año, aunque la fecha límite es el primero de octubre.

Más de un año

Si todos los requisitos son correctos, la propuesta pasa al equipo técnico. Que entonces decide. Si la respuesta es positiva, se le asigna un número tentativo.

Lo demás es que cada compañía haga su propia versión o «representación» del dibujo.

Aunque parece no existir un proceso de «apelación» -o al menos la página a que estamos haciendo alusión no lo menciona-, se han visto casos en que parte interesada vuelve a proponer un emoji que ha sido rechazado.

Pero cómo se aceptan y qué ocurre dentro de las reuniones del consorcio no es necesariamente información de dominio público.

Tómese por caso el emoji del rifle.

«Hubo consenso en eliminarlo. No puedo comentar los detalles», le dijo el presidente de Unicode, Mark Davis, a la BBC.



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