Dilenia Cruz
Te ha tocado estar con alguien que nunca tiene la culpa de lo que pasa. Siempre es el otro, aun cuando seas testigo de cómo dejó caer la vajilla completa. Te sorprendería saber que esa persona tiene un problema de inmadurez, el cual puede trabajar y superar si se hiciera consciente.
Según el psicólogo español Rafael San Roman: “Cuando alguien inculpa a otros quiere decir que es una persona que no asume su propia responsabilidad”.
Esa conducta o forma de pensar y actuar la lleva en la vida personal y en la pública porque es parte de algo que debió madurar durante su infancia, pero no contó con las herramientas para hacerlo. También puede ser una conducta aprendida más adelante en la vida. Lo cierto es que nadie nace con ese defecto de fabrica.
Esas personas las encontramos en casi todos los ambientes: escuela, trabajo, familia y en el mundo en general.
Rafael San Roman asegura que “son personas acomodaticias quienes descargan la responsabilidad sobre los demás y de ese modo se acomodan en la posición de víctimas de los demás… lo fácil es no implicarse para así siempre poder decir que fue otro quien lo equivocó, yo soy la víctima”.
Dentro de este grupo de individuos están quienes se creen que están en lo cierto, ellos son los dueños de la verdad y están convencidos de eso. También están los que se quieren pasar de astutos y básicamente quieren salir del problema bien librados.
El problema de quienes se creen el personaje es que no están listos para buscar ayuda hasta que no se hacen conscientes del problema.
Para aprender más puedes seguir al especialista de la conducta en sus redes o en ifeel.
