¿Quién eres?

¿Quién eres?

¿Quién eres?

Ana Blanco

Si les pidiera que me hablaran de ustedes, ¿qué me dirían? Quizá su nacionalidad, su religión, trabajo, estudios o me describirían su físico, su género y hasta su cuenta bancaria.}

Pero qué me dirían si les preguntara: ¿cuál es su primer pensamiento cuando se levanta? ¿Qué hicieron en esta semana para hacer sentir bien a otra persona? O que me contaran cuál ha sido el aprendizaje que les ha permitido aportar algo positivo en su entorno.

Si les pidiera que me describieran un error que han cometido y, sobre todo, qué hicieron para enmendarlo.¿Qué me dirán?

Tendemos a juzgar a los demás por lo que son o por lo que aparentan ser. Y así hacemos con nosotros mismos. Ahí comienzan las diferencias a convertirse en enfrentamientos y pocas veces valoramos las acciones propias como definitorias de lo que somos. Y resulta que es aquello que realmente nos define porque es lo que decidimos hacer y está en nuestras manos para convertirnos en buenas personas.

Pero, ¿qué es ser una buena persona, me preguntarán? Y ahí llega quizá la respuesta más sencilla y la más ignorada hoy en día. No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti. No prediques libertad para ser, cuando no permites que los demás sean.

Actúa como la persona que quieres que otros sean contigo en vez de solo exigirlo y comienza con analizar si esas acciones que haces cada día te acercan a lo que defiendes como bueno y válido o solo esperas que los demás lo sean.

Estoy asustada por la crispación que nos rodea, pero aún más por la incapacidad de darnos cuenta que el cambio comienza en nosotros no en exigir a los demás que sean y hagan lo que nosotros queremos.



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