Santo Domingo.-“Frotarse los ojos, una acción aparentemente inofensiva, puede acelerar el deterioro de la córnea en las personas”, es el llamado de alerta de la doctora María Laura Nivar, especialista en córnea, superficie ocular y cirugía de catarata.
La doctora del Instituto Espaillat Cabral, hace esta advertencia a la población al hablar sobre el queratocono, una enfermedad ocular progresiva que, de no ser tratada, puede derivar en complicaciones muy severas.
Destaca que el queratocono afecta la córnea, la parte transparente del ojo que funciona como una lente natural, provocando su adelgazamiento y deformación.
Explica: “A medida que la córnea adopta una forma cónica e irregular, los pacientes experimentan una visión cada vez más borrosa y distorsionada. Esta condición tiende a manifestarse en la adolescencia o en la juventud temprana, y sin un tratamiento adecuado, puede afectar gravemente la calidad de vida”.
Indica que uno de los factores que contribuyen a la progresión del queratocono es el frotamiento constante y vigoroso de los ojos, un hábito que, a menudo, pasa desapercibido por la mayoría de las personas.
“Muchas personas no son conscientes del daño que están provocando al frotarse los ojos”, señala la doctora Nivar, “este acto, especialmente cuando se convierte en una práctica frecuente, debilita la estructura corneal y acelera el desarrollo del queratocono”.
¿Cómo evitarlo?
La doctora Nivar recomienda a la población, especialmente a quienes tienen una predisposición genética al queratocono o sufren de alergias oculares, que eviten el frotamiento de los ojos.
El picor constante, causado por las alergias, puede incrementar la tentación de frotarlos, lo que, a largo plazo, deteriora la córnea.
Para reducir la necesidad de frotarlos y proteger la salud ocular, la especialista sugiere las siguientes medidas: utilizar gotas lubricantes o aplicar compresas frías en caso de picazón o irritación ocular; consultar con un oftalmólogo para tratar adecuadamente las alergias oculares; mantener las manos alejadas de los ojos y, en su lugar, parpadear varias veces o lavar los ojos con agua limpia o solución salina.
Tratamientos efectivos
A pesar de que el queratocono es una enfermedad progresiva, existen tratamientos efectivos que pueden frenar su avance.
El más destacado es el ‘crosslinking corneal’, un procedimiento que refuerza la córnea, previniendo su deterioro.
En casos más avanzados, el uso de anillos intracorneales o incluso un trasplante de córnea pueden restaurar la visión y mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.
“La clave está en la detección temprana”, recalca Nivar, “si logramos identificar la enfermedad a tiempo, hay mayor probabilidad de evitar complicaciones y preservar la visión del paciente”.