Santo Domingo.– Lourdes Rijo, hermana de Jaime Rivas Campos, un profesor universitario asesinado en 2002 junto a su esposa, Altagracia Josefina Vireya, por su hijo adoptivo, reclama justicia y exige que el asesino cumpla íntegramente su condena.
En 2002, Jaime Rivas Campos y su esposa fueron brutalmente asesinados por Omar Rivas Vireya, quien fue adoptado por la pareja.
Ahora, 22 años después del crimen, Rijo hace un llamado a la justicia, pidiendo que Rivas Vireya no obtenga la libertad condicional hasta haber cumplido completamente su pena.
«Que termine de cumplir su condena»
El crimen, ocurrió cuando Omar Rivas Vireya, el hijo adoptivo de los docentes, asesinó a ambos padres.
En ese entonces, Rivas Vireya tenía 25 años.
Lourdes Rijo explicó que el cuerpo de su hermano fue encontrado tras haber permanecido dos días desaparecido, en un cañaveral producto de la humareda, ya que fueron incendiados de un batey en el municipio de Higüey.
Visiblemente afectada, Lourdes recuerda que en todo momento el joven manejó la situación como si no hubiera ocurrido nada, limitándose a decir que sus padres habían salido de la casa, sin mostrar arrepentimiento ni preocupación.
Jaime Vivas Campos y Altagracia Josefina Vireya, ambos docentes universitarios, adoptaron a Omar Rivas Vireya cuando a apenas era un niño y años más tarde se convirtió en su verdugo.
En la actualidad, Omar Rivas Vireya tiene 47 años y ha cumplido 22 de los 30 años de condena a los que fue sentenciado.
El próximo lunes, buscará ante el juez de Ejecución de la Pena de la provincia San Cristóbal que se le conceda la libertad condicional.
«Hay delitos que no deberían tener esa opción», expresó Lourdes, con voz entrecortada, en el programa El Día.
Lourdes también destacó que el proceso de solicitud de libertad condicional ha durado ya cerca de siete años, lo que obliga a su familia a revivir el doloroso recuerdo de la tragedia cada vez que tienen que asistir a una nueva audiencia.
«Ahora solo se dicen cosas buenas de él. Eso está bien, pero cuando cumpla su condena, que salga. No fue una sola persona, fueron dos», concluyó Lourdes, haciendo un llamado a la justicia.