Santo Domingo.-Todos sabemos que la primera impresión es importante y puede definir el rumbo de una negociación o relación profesional.
De acuerdo a Sara Martínez, asesora de etiqueta y protocolo y fundadora de Sara Martz Consulting Group, formarla solo toma entre 15 y 30 segundos, “un tiempo brevísimo si se considera que en los negocios el tiempo es uno de los recursos más valiosos”.
Afirma que esta impresión inicial puede ser la diferencia entre generar confianza o perder una oportunidad, entre establecer relaciones duraderas o cerrar un trato clave.
La también directora de la Academia de Formación Integral y de Negocios Sedeser destaca que la percepción que generamos influye directamente en cómo somos tratados en el entorno laboral, resaltaron algunos errores frecuentes en la vestimenta incluyen: usar ropa demasiado reveladora en contextos inapropiados; vestir prendas muy grandes o muy ajustadas; ignorar el código de vestimenta del entorno formal; descuidar la higiene y presentación personal; pasar por alto los detalles, como los accesorios o joyas apropiadas; llevar ropa sucia o arrugada; no adaptarse a la cultura de la organización y priorizar la comodidad por encima del profesionalismo.
Explica también que el lenguaje corporal transmite más de lo que se dice con palabras, ya que en una reunión de negocios, una persona que muestra autocontrol, seguridad, dominio de sus gestos y elocuencia proyecta automáticamente una imagen de liderazgo y confianza.
“Esto refleja que se trata de alguien que se ha trabajado a sí mismo, lo que genera credibilidad frente a posibles socios o clientes”.
Etiqueta y modales
Causar una buena impresión desde el primer encuentro exige dominar ciertas normas de etiqueta empresarial, entre ellas:
•Puntualidad, como muestra de respeto al tiempo ajeno.
•Saludo adecuado, de acuerdo con el entorno.
•Vestimenta apropiada, considerando el contexto, la hora y el lugar.
- Saber estar, con dominio del espacio y de la situación.
- Cuidar los modales, el lenguaje y la conducta.
Lo que se proyecta
—1— Sin palabras
En entrevistas de trabajo o negociaciones, la comunicación no verbal es crucial.
—2— ¿Qué habla de ti?
El contacto visual, postura, gestos, tono de voz y apariencia son elementos que hablan del currículum o de la propuesta.
—3— La realidad
Los entrevistadores están entrenados para detectar incoherencias.
