Para miles de personas, se ha tratado del preludio de que en pocos meses sufrirían un derrame cerebral. Los síntomas son similares, pero menos intensos y duran poco tiempo: incluso es cuestión de unos minutos.
Se les llama accidentes isquémicos transitorios (AIT) y para muchos es una advertencia infalible.
De acuerdo con Harvard Health Publications, revista de la escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, padecer un miniderrame cerebral ha sido asociado con 12% a 20% de riesgo de tener un derrame cerebral en los siguientes tres meses.
«Cerca de 33% de las personas que han experimentado un AIT sufren de un derrame cerebral en el transcurso de un año«, indica la publicación especializada.
«La cadena de sucesos que conducen a un AIT es básicamente la misma que lleva a un derrame cerebral», explica el doctor Louis Caplan en otro artículo publicado por Harvard Health Publications.
«Una persona que tiene un AIT ha sufrido una isquemia pero consiguió ‘esquivar la bala’ porque no se produjo un daño perdurable en el cerebro. Pero las mismas causas subyacentes (de un derrame cerebral) todavía están presentes y es muy probable que provoquen un derrame cerebral en el futuro cercano», añade.
En un artículo científico publicado en 2009 por la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), el doctor Antonio Culebras asegura que el énfasis médico moderno es tratar un AIT con el mismo nivel de gravedad que se trata un derrame cerebral.
«Los pacientes deberían ser hospitalizados inmediatamente y recibir todo el seguimiento neurovascular», considera.
«A los médicos se les dice que adopten la filosofía del servicio secreto: una amenaza es tan peligrosa como un ataque», escribió.
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la mayoría de los pacientes que han sufrido uno o más miniderrames cerebrales tendrán un derrame cerebral en el futuro, aclara que una persona puede tener un derrame sin haber padecido de un episodio menor.
Caplan, profesor de neurología en el Centro Médico Beth Israel Deaconess, de la Universidad de Harvard, explica cada una de las palabras que componen el término médico:
- Transitorio: «Son frecuentemente muy breves. Duran menos de una hora. De hecho, la mayoría se terminan en unos pocos minutos».
- Isquémico: «Los síntomas son el resultados de una obstrucción en el flujo sanguíneo».
- Ataque: «Es un evento aislado».
De acuerdo con la asociación británica dedicada a los derrames cerebrales, Stroke Association, un AIT es causado por una falta temporal de flujo sanguíneo al cerebro y se puede diagnosticar como si se tratara de un derrame cerebral, aunque los síntomas son solo temporales.
Según los expertos, hay que estar alerta a una debilidad repentina, que incluso dificulta caminar y da una sensación de confusión general.
Tanto pacientes como familiares deben estar atentos a las siguientes señales:
El presidente ejecutivo de Stroke Association, Jon Barrick, señaló que el riesgo de sufrir un derrame cerebral mayor aumentaba en los primeros días después de sufrir un AIT.
Para muchas personas «no se siente como si fuese una emergencia porque los síntomas son breves o leves», indicó en conversación con la BBC.
«Nada es mínimo cuando hablamos de un miniderrame cerebral», añadió.
«Es una emergencia médica. Cuando los síntomas empiezan, debes llamar (al servicio de emergencia) y decir que estás sufriendo un derrame».
«Ignorancia»
El presentador de la BBC Andrew Marr, quien sufrió de un derrame cerebral en 2013, indicó: «Tuve dos miniderrames cerebrales antes de sufrir un derrame».
«Fui una de las miles de personas que desestimó las señales de advertencia, simple ignorancia».
En 2012, en el Reino Unido, Nichola Farrelly presentó algunos de los síntomas de un miniderrame cerebral. Fue al médico pero no se le dio el seguimiento apropiado. Volvió a su casa y al día siguiente fue a trabajar.
«A las 8:45 de la mañana, tenía dolor de cabeza, empecé con la desorientación y con el mareo. Me iba sintiendo cada vez peor», recuerda en conversación con la BBC.
«Me llevaron a emergencias. Por no haber tenido el tratamiento correcto, desgraciadamente tuve un derrame».
Por eso para Farrelly, es fundamental «leer» lo que nos dice el cuerpo, pues los síntomas están ahí para actuar.