
Lisboa está consternada por la tragedia que el miércoles tuvo lugar en una de sus atracciones turísticas más emblemáticas: el elevador de la Gloria.
Al menos 16 personas murieron y 23 resultaron heridas, luego de que uno de los famosos funiculares amarillos que suben y bajan por las empinadas colinas de la capital de Portugal descarrilara y se estrellara contra un edificio.
Las causas del accidente están por esclarecerse, aunque las autoridades lusas ya han iniciado las investigaciones.
Asimismo, como medida de precaución, han suspendido los servicios de los otros funiculares de la ciudad para someterlos a una revisión.
Fuera de control
El accidente ocurrió alrededor de las 18:05 del miércoles (hora local) y afectó a uno de los funiculares que conecta la céntrica la plaza de los Restauradores con el afamado Barrio Alto, informaron las autoridades.
Según la prensa local, testigos en el lugar aseguraron que el vehículo siniestrado se deslizó por la empinada calle "fuera de control, sin frenos".
Más de 60 efectivos de los servicios de emergencia y 22 vehículos se desplegaron para atender la emergencia.
Pero antes de que los equipos de socorro arribaran al sitio, vecinos y transeúntes ya estaban auxiliando a las víctimas.
Una guía turística, Marianna Figueiredo, también fue una de las personas que acudió rápidamente al lugar del accidente: "En cinco segundos estaba allí… La gente empezó a saltar por las ventanas del funicular en la parte inferior de la colina. Luego vi otro [vehículo] que ya estaba aplastado. Empecé a subir la colina para ayudar a la gente, pero cuando llegué allí solo se oía silencio", contó a la BBC
Al principio pensó que el segundo funicular estaba vacío, pero cuando quitaron el techo "empezó a ver los cadáveres".
"Mucha gente lloraba a mi alrededor. Estaban muy asustados. Intenté calmar a la gente, preguntándoles sus nombres y de dónde venían. Muchos no hablaban portugués, pero mi colega y yo somos guías turísticos, así que hablamos otros idiomas e intentamos tranquilizar a todo el mundo", relató.
"Fue muy duro. Una gran tragedia".

Cada vehículo puede llevar a unas 43 personas en los asientos y de pie.
Las autoridades indicaron que era demasiado pronto para determinar la causa del accidente.
Sin embargo, la prensa lusa reportó que la rotura del cable que sirve para mover a los vagones a través de las pronunciadas cuestas de la ciudad podría ser la razón por la cual el vagón perdió el control, golpeó con otro aparato similar que se encontraba en una parada cercana y terminó colisionando contra un edificio cercano.
Las imágenes del sitio del suceso mostraron un vagón amarillo volcado, casi completamente destruido.
En los instantes inmediatos se podía ver a la gente huyendo a pie de la zona mientras el humo cubría la calle adoquinada.
Un hombre que se encontraba en el otro funicular al pie de la colina aseguró que le gritó a su esposa que todos iban a morir.
"No importa cuántos años más viva, nunca volveré a tomar el funicular", dijo emocionado.

¿Qué se sabe de las víctimas?
El servicio de emergencias médicas de Portugal, en un principio, informó que 15 personas murieron y otras 18 resultaron heridas. No obstante, en horas de la mañana del jueves Margarida Castro, directora de Protección Civil de Lisboa, elevó el saldo a 17 fallecidos y 23 lesionados.
Sin embargo, horas después el primer ministro del país, Luis Montenegro, precisó que la cifra de fallecidos era 16. "Es una de las peores tragedias humanas de nuestra historia reciente", dijo el mandatario durante una rueda de prensa.
Entre las víctimas mortales hay cinco portugueses, dos surcoreanos, dos canadienses, un suizo, un alemán, un estadounidense y un ucraniano. Tres personas aún no han sido identificadas, informó la tarde del jueves Luis Neves, jefe de la Policía Judicial de Portugal.
Los heridos también eran de diferentes países, incluidos de Portugal, Alemania, Corea del Sur, Cabo Verde, Marruecos y Suiza.
El guardafrenos del funicular, André Marques, fue la primera víctima nombrada. La empresa que opera el funicular, Carris, dijo que era "un profesional dedicado, amable y alegre".
El jefe de la compañía pública, Pedro de Brito Bogas, aseguró que colabora en la investigación.
Otro portugués, Pedro Manuel Alves Trindade, fue identificado por la Asociación de Voleibol de Lisboa, donde el hombre desempeñó cargos directivos y de arbitraje.

Algunos de los heridos leves ya fueron dados de alta, entre ellos un niño y una mujer embarazada, aseguraron los responsables del Hospital San José, uno de los centros que recibió a las víctimas.
El alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, ha declarado tres días de luto.
"Expreso mis más sinceras condolencias a todos los familiares y amigos de las víctimas. Lisboa está de luto", escribió en su cuenta de X.
Las muestras de solidaridad con Portugal han comenzado a llegar. Así, el Parlamento Europeo decidió que sus banderas permanezcan a media asta durante este jueves como "señal de duelo".
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, declaró estar "consternado por el terrible accidente".
"Todo nuestro afecto y solidaridad con las familias de las víctimas y con el pueblo portugués en este difícil momento", escribió en un comunicado en X.

¿Fallas de mantenimiento?
Luego del incidente, una parte de los cuestionamientos han girado en torno al mantenimiento que recibían los funiculares de la ciudad.
"Creemos que este accidente requiere una investigación rigurosa de sus causas", afirmó Manuel Leal, dirigente de la Federación de Sindicatos de los Trabajadores de los Transportes y Comunicaciones al diario Jornal Da Notícias.
"Los trabajadores llevan tiempo denunciando que el mantenimiento de los elevadores debe volver a ser responsabilidad de los trabajadores de Carris (la empresa pública que los gestiona) y no confiarse a empresas externas", afirmó.
El mantenimiento era realizado por la empresa privada MNTC. Sin embargo, el contrato que esta firma privada tenía con Carris expiró en agosto pasado, publicó el Diario de Notícias.
Según el dirigente sindical, desde hace tiempo algunos empleados han formulado quejas en relación a la tensión de los cables, pero los directivos de la empresa pública aseguraron que todos los protocolos de mantenimiento se han cumplido escrupulosamente.
"El mantenimiento general, que se realiza cada cuatro años, tuvo lugar en 2022, la reparación provisional, que se realiza cada dos años, en este caso, la última se realizó en 2024″, se lee en su sitio web.
Mientras se aclara lo ocurrido, las autoridades lisboetas han decidido suspender las operaciones de los restantes funiculares y someterlos a revisiones técnicas.
El jefe de Carris aseguró que los funiculares han funcionado correctamente desde 2007 y que los técnicos supervisan constantemente los equipos para garantizar que no haya fallos.
De Brito Bogas añadió que Carris ha aumentado su gasto en mantenimiento en los últimos años, más del doble entre 2015 y 2025, y que investigará las "causas y responsabilidades de este accidente".

¿Qué es el elevador de la Gloria?
El elevador de la Gloria es un tipo de sistema ferroviario que permite subir y bajar pendientes pronunciadas de Lisboa.
Este funicular entró en funcionamiento en 1885 y fue electrificado tres décadas después, y junto a otros funiculares tradicionales es una de las mayores atracciones turísticas de Lisboa. En 2002 fue declarado monumento nacional.
Sus famosos vagones de color amarillo brillante no solo sirven de inspiración para los suvenires que los comerciantes venden a los visitantes, sino que también son un medio de transporte fundamental para sortear las empinadas y empedradas calles de la urbe.
"Es muy útil especialmente para las personas con movilidad reducida, ya que les permite subir fácilmente una cuesta", afirmó Fabiana Pavel, presidenta de una asociación de vecinos de Lisboa, a BBC Radio 4.
El accidente se registró justo cuando muchos padres regresaban a sus casas con sus hijos tras un día de escuela.
El vehículo afectado forma parte de la línea que recorre unos 275 metros desde la plaza de los Restauradores, en el centro de Lisboa y cerca de la avenida da Libertade, hasta las pintorescas calles del Barrio Alto. El trayecto dura solo tres minutos.
A diferencia de los funiculares tradicionales, los del elevador de la Gloria funcionan con motores eléctricos y están unidos en sus extremos opuestos por un cable de tracción, lo que significa que, al descender uno, su peso levanta al otro.
Esta no es la primera vez que este elevador sufre un accidente: el 7 de mayo de 2018 descarriló pero sin causar heridos, reportó en su momento el diario luso Público.
*Con información de Emily Atkinson, Malu Cursino, Sofia Ferreira Santos y Patrick Jackson
