El próximo martes 5 de noviembre se celebran elecciones en los Estados Unidos. Las encuestas indican que la competencia está muy cerrada entre Kamala Harris y Donald Trump. Ambos con posibilidades de llegar al poder.
Estas elecciones se celebrarán en un contexto de peligros globales que perturban el equilibrio, como los grandes conflictos en Ucrania y Gaza, la intensificación de la competencia estratégica con China y el aumento de la llegada de migrantes de todo el mundo a la frontera sur de Estados Unidos.
La próxima administración estadounidense determinará los resultados de estos y muchos otros desafíos. La estrategia de Estados Unidos para abordar el mundo (en especial su relación con aliados y socios) tendrá un profundo impacto en las reglas y normas del sistema internacional que han sustentado la seguridad de esa nación durante décadas y el orden económico después del 1945.
Por otra parte, la economía de Estados Unidos se ha expandido de manera sostenida tras la recesión pandémica, lo que ha generado bajos niveles de desempleo, crecimiento del ingreso real y una reducción de la brecha salarial racial. Sin embargo, esta expansión ha estado acompañada de desafíos ampliamente reconocidos, como la inflación y las tasas de interés más altas.
Además, el crecimiento robusto ha puesto de relieve la necesidad constante de abordar cuestiones más profundas: mantener la ventaja tecnológica de Estados Unidos, encontrar y equipar una fuerza laboral calificada y garantizar que el crecimiento y las oportunidades se extiendan a más personas y lugares en todo Estados Unidos.
Otros temas que ocupan un lugar central en la mente de los votantes americanos, cuando se acercan a las elecciones, son la política económica y el papel del Gobierno. Un reflejo de ello es la creciente preocupación por el tamaño de la deuda federal en manos del público.
anntPor lo tanto, la forma en que el próximo congreso y la nueva administración aborden estos desafíos económicos no sólo afectará la trayectoria a largo plazo de la economía, sino que también puede redefinir el papel y las funciones del próximo gobierno.