La Liga Dominicana de Béisbol tiene en sus manos una “papa caliente”, se podría decir que extremadamente caliente, con las posibles limitaciones de fanáticos a los diferentes estadios para evitar la propagación del Covid-19.
Y es una tarea difícil, si tomamos en cuenta que las autoridades sanitarias han puesto sus reglas en ese sentido.
Llenar los estadios a toda capacidad es lo que desean los propietarios de equipos, porque ese es un negocio como otro cualquiera, en donde las ganancias económicas es la prioridad.
Ahora, hay que tomar en consideración que la vida humana está por encima de todo, y que la responsabilidad recae sobre las autoridades en momentos en que se informa sobre un posible rebrote de la pandemia en el país.
Si hay que controlar la entrada de aficionados que se haga sin favor ni temor, porque la vida está por encima de todo, aunque muchos entiendan que se están “violando” principios y derechos constitucionales.
Los que no presenten sus tarjetas de vacunación y sus documentos de identidad no tienen derecho a dañar a los demás que sí han cumplido con sus responsabilidades.
El Ministerio de Salud Pública y la Liga de Béisbol son dos entidades que no pueden dejar torcer sus brazos por complacer a un minúsculo grupo de “incontrolables” que abogan bajo falsos e inhumanos argumentos, que se permita estadios llenos.
RADARES.- La designación de Oliver Mármol como dirigente de los Cardenales , con apenas 35 años de edad, el más joven de las mayores, llena de regocijo a todos. Su trabajo como coach de banca fue bien valorado por quizá la organización más estable, ya que su designación se materializó a solo 15 días de ser despedido el antiguo mánager Mike Shildt.