
Estas elecciones, seguramente las más extraordinarias de la historia de Estados Unidos, han sido una revuelta contra el establishment político.
Y pocos lo personifican mejor que Hillary Clinton.
Durante su campaña, para millones de votantes enojados la demócrata se convirtió en el rostro de la política en crisis de EE.UU.
Y Donald Trump logró convencer a suficientes votantes de suficientes estados de que él es la solución.
El multimillonario se promovió a sí mismo como alguien externo a ese establishment político y lo hizo con éxito.
Según el republicano, él era el candidato protesta. Y ella la que representaba el statu quo.
Currículum
Por su parte, Clinton reivindicó durante la campaña que ella era la candidata más cualificada.
Recitó constantemente su currículum: su experiencia como primera dama durante la presidencia de su entonces esposo Bill Clinton, como senadora por Nueva York, como secretaria de Estado.
