Luego del peor daño sufrido por los efectos de la pandemia del Covid 19 a la salud, y los muy lamentados fallecidos y afectados, el siguiente perjuicio vino con la pérdida de empleos y el relativo estancamiento económico. Se calcula que con la crisis sanitaria la tasa de empleo en el país descendió por debajo del 65 %, no siendo aún peor gracias a las ayudas financieras dispuestas por el gobierno.
Ahora se nos informa que, gracias al crecimiento económico experimentado a lo largo del presente año debido a la reactivación de los principales sectores de la economía, para fines del presente mes muy posiblemente se habrán recuperado la mayoría de los empleos perdidos.
Pero ojo, por otro lado, se nos revela que el aumento más importante ha sido en la informalidad donde hemos pasado de 104 empleos informales por cada 100 formales, a unos 122. Todo un deterioro en calidad del empleo.
¿Por ello debemos preguntarnos qué sucede con el empleo, que a pesar del gran crecimiento económico los mismos pierden calidad al refugiarse la mayoría en el sector informal? La respuesta es relativamente fácil y se puede encontrar en la excesiva burocracia y costos requeridos para una empresa sobrevivir en la formalidad.
Amén del carácter impositivo, vía impuesto sobre la renta empresarial y personal, impuesto al consumo, seguridad social, impuesto a la propiedad, a la circulación vehicular, etc., existen otros costos y procesos.
Tal es el caso de la cesantía como parte del costo laboral, los requerimientos a la empresa mediante registro de nombre, cámara de comercio, permisos de importación, y demás requisitos burocráticos estatales para la empresa permanecer legalmente vigente y sus empleados debidamente registrados.
El país no puede continuar apoyándose en el Estado como principal empleador, ni se puede pensar en reformas fiscales y laborales, sin atender el acuciante problema de la informalidad. Necesitamos de manera urgente reflexionar y proveer soluciones para este fenómeno, so pena de ver un deterioro social mayor mediante la ampliación de la brecha entre quienes tienen y no tienen.