Desde el pasado 2 de julio se celebra en el país la XV Copa Panamericana de Voleibol femenino, los que pertenecemos a la familia de ese deporte, más los aficionados del deporte en general, teníamos buenas expectativas en cuanto a la asistencia del público, al menos en el Pabellón de Voleibol Ricardo Arias; pero no ha resultado así, ¿qué ha pasado para que la población no asista en forma masiva?
El precio de las entradas para el pabellón es de RD$300 por día, en el que puedes ver cuatro juegos con aire acondicionado y parqueo vigilado, y en el club San Carlos RD$130 por dos juegos, también con aire acondicionado, con poco parqueo; sin embargo, la asistencia en ambos no ha sido buena.
Por su lado, los organizadores muestran alegría en el pabellón y en el club, pese a la baja asistencia; tal vez explicado por el desempeño que ha tenido el mejor equipo de conjunto del país en toda su historia, el cual al momento de escribir este artículo está invicto, qué bueno, ese es un excelente motivo para estarlo; no así por la pobre asistencia.
De nuevo, ¿dónde ha estado la falla que explica el poco apoyo, si la selección de voleibol femenina tenía 11 años que no jugaba en su tierra?
Se podrían presentar varias causales a la tímida asistencia, poco apoyo comercial, en el pabellón solo se observa la publicidad de dos empresas de importancia, el retraso de más de una hora para iniciar los juegos de las dominicanas, y a la nula presencia de medios de comunicación cubriendo el evento, con la excepción de la transmisión por el canal 13, razón que podría dar respuesta a la poca divulgación de la competencia en los medios electrónicos y escritos, y cuando se publica, es con poco despliegue o con dilación.
Mientras, otras noticias de importantes deportistas en el o del extranjero son desplegadas, como por ejemplo, que a alguien le otorgaron un contrato millonario; en contraposición a destacar, que la mejor libero del mundo, la dominicana Brenda Castillo, tuvo un excelente desempeño en la cancha, y después nos quejamos de los valores que promovemos y el efecto demostración sobre la conducta de aquellos que quieren tener el estilo de vida de quienes no pueden.
Empresas de primera línea patrocinan la publicidad de deportes por semanas que solo se conocen en los lugares donde se practican, ejemplo, el futsal; en cambio, al mejor equipo de conjunto de toda la historia se le otorga poco económico, penoso; pero es la realidad, al menos así lo veo y así lo pienso, como parafraseando aquella antigua discusión filosófica: “pienso, luego existo, o existo, luego pienso”
*El autor es economista.