¡Qué oscuridad!

¡Qué oscuridad!

¡Qué oscuridad!

Una de la señales más importantes de que una sociedad defiende el imperio de la ley y el debido proceso, es el respeto por los derechos de los consumidores.

Especialmente cuando el producto o servicio que adquieren es de primera necesidad y fuente importantísima para el fisco.

Por ejemplo, veamos las telecomunicaciones. ¿Recuerda usted la última vez que desde un celular realizó varias llamadas consecutivas sin necesidad de marcar repetidas veces porque por equis o erre no se completa del primer intento?

¿O recuerda usted algún día en que su servicio de Internet no se haya degradado hasta parecer un suero de melaza, en vez de la velocidad o ancho de banda contratada?

¿Ha visto en su factura algún crédito por las horas o días sin servicio por alguna avería cuya reparación le cobraron y cuyo cargo sí está facturado?

Lo terrible es que los clientes de esta empresa cuyo nombre no hace falta mencionar, recordamos cómo antes de 2007 los dominicanos estábamos orgullosos por el excelente servicio. ¡Cuánto oscuro desamparo!



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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