Que no se repita la historia

Que no se repita la historia

Que no se repita la historia

Hugo López Morrobel

El arribo de una nueva organización política al poder, en especial en países como el nuestro, tiene una gran incidencia en todos los sectores, porque un elevado porcentaje de la población, tanto económicamente activa como la que ya rebasó la edad productiva, depende de las medidas que adopten las nuevas autoridades, que casi siempre dan un giro de 180 grados.

Dado el poder casi absoluto de los gobiernos sobre todos esos sectores de la vida nacional de inmediato se origina una lucha de poder, tanto interna como externa, en todos los frentes.

Además, a ello se agrega la aparición de elementos, conocidos por todos, que obstruyeron de todas las formas imaginables, atacaron con virulencia, furia y aspereza, a los que ostentarán el poder político a partir del 16 de agosto.

Pero lo más vergonzoso es que a pocos días, esos mismos, ya le están dando la espalda a los que por décadas, de una u otra forma, los beneficiaron como jamás imaginaron, convirtiéndolos en tiempo récord, en hombres y mujeres poderosos en lo económico.

Eso es lo que conocemos como oportunismo, al que históricamente se le ha dado cabida sin control, porque son grupos que se saben acomodar perfectamente a las circunstancias y cuyo único objetivo es sacar provecho, echando a un lado, si es que los tienen, sus propios principios y lealtades posteriores.

Esperemos el desarrollo de los acontecimientos para verificar si ese fenómeno se repite, como ha ocurrido en diferentes etapas de nuestra historia republicana, donde la viveza es el factor clave de demostrar «astucia y sagacidad para seguir mamando de manera prolífica, la teta de la vaca del Estado”.RADARES.- Por fin, las Águilas salieron de la crisis con la elección de Quilvio Hernández.



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