Muchos no lo admitirán por diversas razones, pero este es un país, donde los llamados a asumir responsabilidades de envergadura alta o media, a nivel estatal o privado, se hacen los chivos locos, para no resolver los problemas para lo que fueron designados, aunque desde sus posiciones le estén sacando el jugo a la mayoría, que lamentablemente no sabe ejercer el poder que cada cuatro a años tiene en sus manos para sacar definitivamente del medio a los farsantes qué solo aparecen en sus sectores o barrios cuando necesitan el voto.
Esa ignorancia sobre el poder que posee la población para llevar a los políticos a cargos donde manejan, muchas veces a su antojo, los recursos de todos, es culpable de las tantas barbaridades que de tanto repetirlas, ya pasan como algo normal.
La mayor cuota de responsabilidad de los males que acarrea esta sociedad desde hace años, obedece a la inercia de ella misma, que no reclama sus derechos y tampoco toma consciencia sobre la facultad que tiene de excluir por siempre, a todos esos politiqueros y embaucadores.
Pero parece que así somos, porque no se vislumbra un cambio que haga que la ciudadanía se empodere de una vez y por todas, en el reclamo de sus derechos básicos, como la salud, educación, seguridad y alimentación, entre otros.
Hablando de esos “entre otros”, el deporte debe incluirse como elemento básico en el desarrollo de la sociedad, en especial niños y adolescentes, por lo que los responsables de conducir la política deportiva deben trabajar con ahínco.
Y es que, incentivar la práctica del deporte, debe ser una misión de todos los que de una u otra forma, están en constante contacto con población.
Por esa razón, es importante el planteamiento que hizo recientemente el alcalde de La Vega, Kelvin Cruz, en el sentido que buscará que todos sus colegas se involucren en apoyar esa actividad en forma decisiva y permanente.
Ojalá, que esa promesa se haga realidad, porque así veremos un deporte mucho más fortalecido en todo el territorio nacional.
Hay que esperar que los responsables de los organismos rectores directos de esa actividad aunen esfuerzos en ese sentido, mediante la cooperación, y que Cruz se vaya de las palabras a los hechos, para que todos los deportistas se lo agradezcan por “los siglos de los siglos”.