Los fogueos son un excelente termómetro para determinar la capacidad de un equipo para futuros eventos.
En ellos se corrigen errores leves y fundamentales para cuando llegue la hora de la verdad.
En la Copa Tuto Marchand que se suspendió ayer en Puerto Rico por la tormenta Erika, que ojalá toque al territorio nacional medio a medio, la selección de baloncesto de República Dominicana dio connotaciones de que tiene fallas básicas para sus aspiraraciones a participar en el torneo preolímpico que se efectuará en México del 31 de agosto al 12 de septiembre.
Entre las fallas mostradas en los tres partidos en que participó, están: la gran cantidad de pérdida de balones y la pobre concentración, en especial en los últimos 10 minutos, a lo que se agrega la baja estatura del equipo.
El tiempo que resta para el preolímpico, aunque muy breve, debe servir para corregir errores que se creían no eran tan frecuentes entre los jugadores.
Las tres derrotas en la Copa Tuto Marchand no deben amilanar al seleccionado, por el contrario, es un reto que obliga a tomar con toda la seriedad medidas con el objetivo de superar las debilidades.
Radares
Mañana Abener Mares y Leo Santa Cruz, dos púgiles mexicanos no muy conocidos en el país, deben librar en Las Vegas, la batalla más sangrienta y excitante de la última década.
Son dos boxeadores con una calidad extraordinaria y con mucha hambre de demostrar sus capacidades, por lo tanto, es un plato fuerte que pondrá a gozar a los amantes del boxeo… Y hablando de esa disciplina, hoy el dominicano Juan Ubaldo Cabrera expondrá su invicto cuando enfrente en Las Vegas a Mike Gavronski, quien también es un excelente exponente… Los Yankees se han ido a pique en las últimas dos semanas ante equipos débiles, demostrando que les falta ofensiva, mientras los Azulejos están realizando un excelente trabajo.
No hay duda que los cañones yanquis se han derrumbado, comenzando por Alex Rodríquez, quien en ese lapso no le da ni a un coco, al punto que ha bajado su promedio de .280 a .250… Las circunstancias son cambiantes como la vida misma, porque hoy se está en la cima y mañana en condiciones execrables. El caso más reciente lo vive el lanzador Fernando Rodney. ¡Qué lástima!