Aun parece increíble que la Fuerza del Pueblo, partidito de bolsillo de origen cuestionado, recibió la bendición de Luis Abinader como segunda mayoría del Senado. Imagino al presidente Mejía tragando en seco.
Su ínfima votación no basta para legitimar que el gobierno meta esta cuña contra el PLD, garantizando a la FUPU más acceso a fondos públicos.
Legisladores del PLD, incapaces de ser electos por otro partido, traicionaron a sus electores, sus mandantes, ejerciendo el peor oportunismo, tránsfugas hacia la FUPU. Su líder, dizque en serio, alega reunir un coro de impolutos monaguillos, mientras el partido de Bosch es una corrupta corporación de negociantes de Estado.
Brincar acullá absuelve, aunque los contratos con Odebrecht, excepto uno, los firmaron gobiernos anteriores a Danilo Medina. El presidente Abinader y el PRM cometen enorme error alimentando una fiera que en pocos meses les hará llorar lágrimas de sangre.
¿Pandemia y crisis fiscal no bastan? Repito: los imprescindibles consensos para una mejor gobernabilidad merecen fundarse en auténticas mayorías legítimas, no tránsfugas buscando reciclarse con impunidad.