Ante la ola creciente de una ideología de extrema derecha y hasta supremacista si se podría decir, y donde hoy ha sido electo presidente Donald Trump quien es un alto representante de dicho movimiento, hay que hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué le espera a Latinoamérica en este mandato de Trump?
Actualmente países como Colombia, Venezuela, Honduras, Brasil, Cuba, México, Bolivia, Chile, Guatemala y Nicaragua, están siendo gobernados por presidentes o presidentas de avanzada o mejor dicho de izquierda o progresistas. Esto quizás le haría tomar medidas en su política exterior para Latinoamérica, utilizando la Doctrina del Gran Garrote aplicada por el presidente Theodore Roosevelt a los países latinoamericanos en el periodo de 1901 hasta 1909; sino la que ya todos conocemos: «La Doctrina Monroe creada por EE.UU. que hace unos 200 años para «proteger» al continente americano y que acabó convirtiendo a Latinoamérica en el «patio trasero» de Washington».
Por otra parte, Trump ha aseverado abiertamente en su política migratoria el cierre de la frontera sur y de todo paso que utilizan los inmigrantes para llegar a los EEUU, además ha reiterado las deportaciones masivas de inmigración irregular, porque estos son delincuentes según él, entre otros epítetos utilizados en su campaña, también el tema de los indocumentado es algo que les preocupa mucho a los seguidores del nuevo inquilino de la Casa Blanca, que en lo particular ya no es nuevo, porque se le conoce la forma extrovertida de gobernar.
Conociendo ya la política exterior utilizada en la administración pasada contra Venezuela y Cuba, y ahora encontrando dos acérrimos aliados como Javier Milei en Argentina y Nayib Bukele en El Salvador, podríamos asegurar que serán utilizados como alfiles contra los gobiernos progresistas y de izquierda en LATAM, pero de manera muy especial endurecerá las políticas de sanciones contra Cuba para satisfacer a los cubanos exiliados en Miami y contra Venezuela, recordando que Juan Guaidó fue un experimento de su gobierno, para desconocer al chavismo y al presidente Nicolás Maduro; cuando nombró a Guaidó como presidente encargado o interino de esa nación suramericana.
Existe una alta probabilidad de que Mileí, Bukele y otros como el presidente de Ecuador Daniel Noboa, quienes no han reconocido los resultados de las pasadas elecciones en Venezuela, donde salió electo nueva vez Nicolás Maduro, podrían ser estos los voceros de Trump para contrarrestar el avance de otros gobiernos progresistas y de izquierda, pero también para enfrentarlos políticamente y crear un grupo junto a otros adeptos para frenar el avance de estos gobiernos, sino también para hacerle frente China como parte de su guerra comercial contra el gigante asiático en los países latinoamericanos.
Latinoamérica enfrenta un nuevo desafío en este segundo mandato bajo la administración del presidente Donald Trump, pero en esta ocasión existe una desventaja que le haría favorable a Trump y consiste en la falta de unidad entre los gobiernos progresistas y de izquierda en este momento, lo cual tomar medidas coercitivas de sanciones y bloqueos financieros se le hace mucho más fácil y en el caso extremo el uso de la fuerza a través de golpe de estado contra estos, para así obtener los recursos naturales que poseen estos países y algo que le debe preocupar a los gobiernos de izquierda y progresistas en este momento es la alianza estratégica que tiene Trump con el empresario e inversor Elon Musk, éste con sed de Litio y otros recursos naturales para el uso de su tecnología que existentes en la región
*El autor es Politólogo, egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Recinto San Francisco. Analista internacional, ensayista de temas locales, nacionales e internacionales.