En este país nuestro, “cuando no es Juan es Juana”, porque a cada momento el público se entera de casos y cosas que sencillamente resultan bastante extrañas/
Y situaciones de esa naturaleza la vivimos a diario en todos los estamentos, comenzando por la política, salud, inseguridad ciudadana, educación, criminalidad, y lamentablemente, ni siquiera los deportes se escapan.
Los “ irregularidades”, en especial de índole económica, que supuestamente encontraron las nuevas autoridades del Comité Olímpico Dominicano, es parte de esas incongruencias.
Si esos trastornos tienen visos de veracidad, el deporte no ha transitado por mal camino.
Como en nuestra sociedad, todo se echa al saco del olvido, incluso casos muy sonoros de crímenes y corrupción, se podría cavilar que estas anomalías tampoco tendrán consecuencias.
El deporte es una estructura que hay que mantener aseada por todos los medios, porque es de vital importancia para el desarrollo físico y mental de millones de niños y jóvenes que se dedican lo practican.
En coyuntura de ese tipo, no se puede dar ni un paso, “ni siquiera para coger impulso”, para que los “culpables directos” de posibles anomalías intencional o no, en el manejo del presupuesto, sean señalados sin amañar nada.
Aunque todavía no se puede asegurar que esas denuncias de “bancarrota” son ciertas, dado que hay que realizar una auditoría exhaustiva para determinar la verdad, porque reitero, el deporte, que históricamente ha estado carente de recursos económicos necesarios, parece estar hoy “como la vaca de nena”.
Esperamos por la auditoría que hagan profesionales de la contabilidad, para saber a ciencia cierta, la realidad económica del COD.