Hugo López Morrobel
No hay duda que a la mayoría de los fanáticos dominicanos les cayó como un balde de agua fría, la derrota el pasado sábado de la selección nacional ante su miliar de Venezuela, en su debut en el Clásico Mundial de Béisbol.
Un revés inesperado, dado que para todos los expertos, dado el calibre de cada uno de los integrantes del equipo nacional.
Esa derrota con marcador 5-1, en la que los sudamericanos atacaron fuerte a Sandy Alcántara, Cy Young 2022 de la liga Nacional, no debe sorprender a nadie, porque en béisbol no hay enemigos débiles.
Además, hay que hacer constar que los venezolanos siempre han presentado en este evento equipos de primer nivel, aunque en las cuatro confrontaciones ante dominicana, no habían podido salir airosos.
De ahora en adelante, la selección nacional lo que tiene que hacer es enfocarse en mirar pa’ lante, nunca pa’ trá, porque el revés no tiene vuelta floja, es una realidad.
Además, con ese “trabuco” esa derrota debe servir de incentivo de motivación, porque históricamente hemos sabido superar con creces los malos momentos.
El enfrentamiento de hoy ante Nicaragua, será clave para medir la capacidad de echar adelante en cualquier circunstancia.
Si la ofensiva no funcionó en el primer choque, a partir de ahora estoy seguro que hoy se tiene que producir un giro de 180 grados.
Por lo tanto, las lamentaciones por lo que pudo haber sido y no fue, definitivamente deben quedar en el olvido de una vez y por todas, porque esa no es la mejor manera de levantarse y hacer suyo la consigna que una época puso de moda un viejo caudillo político dominicano: “a pasos de vencedores”. Y yo le agrego otra conocida: “ ni un paso atrás, ni para coger impulso”.
