¡Qué humareda!

¡Qué humareda!

¡Qué humareda!

La Aduana ha detectado un creciente número de contrabandos de cigarrillos que el pasado año pueden haber causado perdidas al Fisco por casi US$300 millones.

Cerca de 70 millones de cigarrillos fueron decomisados al intentarse venderlos ilícitamente, procedentes según las autoridades mayormente de Panamá y Haití. Pero otra cantidad indeterminada llega al mercado.

No se trata de marinos mercantes que bajan varios cartones de Camel para cambiarlos por ron en colmados cerca del puerto, sino un inmenso negocio ilegal de gran magnitud. ¿Qué motiva esta mafia millonaria? Aparte de las oportunidades que representa la impunidad fácil, me parece que la carga impositiva tan enorme incentiva este tráfico.

Cuando en cualquier mercado un producto muy demandado es castigado muy fuertemente con altos impuestos, se crea un margen interesante entre costo y precio que los malandros interpretan como un incentivo suficientemente motivador ante un riesgo relativamente exiguo.

Aparte de la quema del producto incautado, ¿hay algún capo del tabaco ilícito preso? ¿O sus cómplices en los puertos? Es como siempre, ¡escándalo sin culpables!



José Báez Guerrero

Abogado, periodista y escritor dominicano.

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