¿Qué de común tienen las declaraciones de los representantes de partidos que asistieron al acto convocado por la Junta Central Electoral para limitar el proselitismo electoral?
Según sus declaraciones, asistieron solo para escuchar, ninguno de ellos violó la Ley, sí lo hizo su o sus oponentes.
Por ejemplo, Charles Marriotti, secretario general del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), aseguró que solo fueron a escuchar.
Argumentó que si el PLD hubiera estado violando la Ley con su consulta ciudadana, no habrían recibido el apoyo de la JCE.
Culpó al Partido Revolucionario Moderno (PRM) de incurrir en violaciones consistentes en la realización de actos reeleccionistas y en promover el transfuguismo entre los alcaldes de su organización lo que catalogó como un robo.
Pero al consultar a Eddy Olivares, vicepresidente del PRM, este acusa a Leonel Fernández de haber iniciado «con campaña, no precampaña sino campaña electoral» desde el mismo día que se juramentó el presidente Luis Abinader.
También que el PLD «para sorpresa de todos» inició a destiempo con su precampaña y que el acto del pasado domingo, en el que se promovió la reelección en Santiago, no fue organizado por el PRM y que no sabe quién financió tal actividad pues tampoco asistió.
Entonces a modo de duelo y con razón, Guillermo Moreno, el único presidente de partido que asistió, aseveró que lo ideal habría sido decir «qué bueno» sobre la convocatoria pero que lo que realmente va es «qué tarde».
Cuestionó que haya partidos en precampaña, haciendo consultas y actos reeleccionistas en franca alusión a la FP, PRM y PLD.
Es más, pidió al oficialista dar detalles de cuánto gastaron en el famoso acto de Santiago, pues según afirmó, se invirtieron 80 millones de pesos y se llevaron personas de todo el país.
Ni por asomo, la JCE permitió el ingreso de periodistas en el salón y se presume, que tal a lo externo así será el encuentro. Es decir, acusaciones mutuas, un boche de los integrantes del pleno del organismo electoral y fotos sonrientes frente a la prensa al final del mismo. Nada nuevo.