Ya se confirman los rumores: República Dominicana no alcanzará los Objetivos de Educación para Todos ni los Objetivos de Desarrollo del Milenio. No deja de llamar la atención un dato estadístico tomado de un estudio reciente aplicado por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP): por cada 100 estudiantes matriculados, 95 son niñas. 

No celebremos tan rápido: un porcentaje alto de estas estudiantes desertará antes de finalizar la educación primaria o secundaria.

Lo que podría sugerir que la mayoría de estas niñas no obtendrá el grado de escolarización que necesita y merece un ser humano.

Muchas mujeres nos sentimos cada vez más determinadas a abrirnos paso por la vida. La realidad que vemos “en la casa de al lado” nos anima a labrarnos un futuro apoyado en la formación y no en el hechizo de una calabaza convertida en carruaje.

De hecho, según indica la firma de servicios profesionales Deloitte República Dominicana, “ahora las mujeres ganan en promedio un dos por ciento más que los hombres”.

¿Se supone que debemos celebrar este logro? ¿El logro de compartir o alcanzar el mismo rango de pobreza con un salario que no alcanza para nada?

¡Los seres humanos no pertenecemos a dos bandos como jugadores de béisbol Debemos educarnos juntos, alcanzar igualdad de oportunidades para ambos sexos y es esa, precisamente, una de las razones por las que no parece posible alcanzar en el 2015 los Objetivos propuestos por todos los países del mundo en su Conferencia Internacional del año 2000.

Aunque las estadísticas se disfracen de números, su lectura tiene más caminos que los de una mano. ¿Qué dicen estos números? ¿Qué sociedad nos espera ver salir de esta generación -que ha servido de muestra- una vez sea adulta? ¿A qué sabe el caldo de cultivo que le estamos ofreciendo para que sean futuros asalariados en pobreza extrema?

Por el camino que vamos ¿qué educación tendrán los hombres que serán los futuros compañeros de estas mujeres que hacen un esfuerzo extra para educarse en el contexto de una sociedad machista en la que no pasa un día sin reseñarse uno que otro asesinato a una mujer que quiere hacer uso de su derecho inalienable de libertad?